Cheques rechazados y millonaria deuda amenazan a Bodega Norton
Bodega Norton, un símbolo del vino argentino y conocida en todo el mundo, está atravesando momentos difíciles. En los últimos meses, la bodega, ubicada en Luján de Cuyo, ha registrado más de 40 cheques rechazados que suman un total de $618 millones. Además, sus deudas bancarias superan los $42.000 millones. Estos números no solo preocupan a los directivos, sino también a los trabajadores y proveedores que dependen de su funcionamiento.
Aunque la empresa aún mantiene un estatus de “situación normal” en la Central de Deudores del Banco Central, varias fuentes del sector advierten que esta situación podría volverse más crítica si no se soluciona el problema de la cadena de pagos. El clima en la bodega es tenso: se están viendo demoras en el pago de sueldos, problemas con los proveedores y rumores sobre ajustes en la operación local. Entre los bodegueros de Mendoza, circula la inquietante idea de que Norton podría estar cerca de pedir un concurso de acreedores.
Crisis interna y cambio de mando
Este conflicto financiero ha estallado en un momento clave de la transición en la gestión de la bodega. En julio, Tomás Lange, un exejecutivo de Campari y Pernod Ricard, asumió como nuevo director general, reemplazando a Rafael García, quien tuvo un corto paso en la empresa. La llegada de Lange también vino acompañada de la salida definitiva de Michael Halstrick, quien fue una figura emblemática durante más de 30 años.
Detrás de este cambio en la dirección se encuentra una historia familiar y empresarial que involucra al grupo austríaco Schröder & Schÿler, que controla Norton desde 1989. La nueva presidenta, Diana Langes, heredera del imperio Swarovski y media hermana de Halstrick, decidió reemplazar prácticamente a todo el antiguo equipo directivo, manteniendo solo algunos mandos técnicos. Esto marcó un cambio en la estrategia: priorizar la rentabilidad inmediata y distanciarse de la operación local. Sin embargo, el estado financiero actual sugiere que estos cambios están enfrentando serios desafíos.
Entre el prestigio y la incertidumbre
Pese a su reconocimiento internacional, la bodega enfrenta dificultades en el ámbito local. Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el consumo interno de vino cayó un 17% interanual en agosto, mientras que las exportaciones se estancaron después de dos años de retrocesos. Por otro lado, las importaciones de vino tuvieron un sorprendente aumento del 415% durante 2024, con Chile liderando el suministro. Esto agrega más presión sobre las bodegas locales como Norton.
El contexto global tampoco es favorable. Los precios internacionales se han estabilizado, pero los costos logísticos y energéticos han aumentado considerablemente. Además, la situación del tipo de cambio afecta negativamente la competitividad en las exportaciones. Con márgenes reducidos, incluso empresas de peso como Norton están viendo complicaciones en su estructura económica.
El caso de Norton ha suscitado preocupación en el sector vitivinícola mendocino. Aunque la bodega continúa cumpliendo con sus obligaciones bancarias, la magnitud de su deuda y el elevado número de cheques rechazados alimentan rumores sobre un posible concurso preventivo si la situación no mejora. Tal como menciona un empresario del sector, “cuando una empresa grande enfrenta problemas de liquidez, el contagio puede ser fuerte, afectando a productores y transportistas”.
A nivel local, las condiciones son complejas: productores con poco margen de ganancia, costos dolarizados y un consumo que no reacciona. Algunas bodegas están comenzando a recortar turnos o incluso suspender personal. Mientras, el acceso al crédito bancario se ha vuelto casi imposible.
A pesar de todo, Norton parece mantener cierta resistencia en su nicho de exportaciones premium, con marcas bien posicionadas en mercados como Estados Unidos y el Reino Unido. Sin embargo, la caída del mercado interno y la presión financiera podrían comprometer su estabilidad si no logra reestructurar su deuda y regularizar los pagos rápidamente. La situación sigue siendo incierta.