cambios recomendados por expertos en rrhh para el Gobierno
Después de una victoria contundente en las elecciones legislativas, el Gobierno ha puesto como prioridad para el nuevo Congreso, que asumirá el 10 de diciembre, el debate sobre una reforma laboral en Argentina. Consultoras del ámbito de recursos humanos comparten su perspectiva sobre cómo debería estructurarse un cambio de esta magnitud.
Se rumorea que el proyecto de reforma que impulsa el Ejecutivo de Javier Milei contempla varias modificaciones. Entre ellas destaca la ampliación de la jornada laboral, la flexibilización de convenios laborales, la digitalización de recibos de sueldo y la posibilidad de abonar indemnizaciones en cuotas. El objetivo, al final del día, es formalizar el empleo y atraer inversiones al país.
Reforma laboral en Argentina: ¿cómo debería ser?
Luis Guastini, director general de ManpowerGroup Argentina, puntualiza que una ley laboral en cualquier lugar debe ayudar a organizar las relaciones laborales sin perjudicar la producción. Es clave que se actualice el marco regulatorio y que se adopten estándares internacionales para fomentar la creación de empleo privado y promover la seguridad jurídica.
Según Jorge Figueroa, director de Public Affairs & Sostenibilidad de Randstad, cualquier discusión sobre este tipo de reformas trae consigo la preocupación natural sobre la vulneración de derechos de los trabajadores. Sin embargo, resalta que el problema radica en que muchas leyes actuales dejan afuera a un 40% de los trabajadores que están en la informalidad. Esto evidencia que se necesita un enfoque renovado.
Figueroa también destaca la urgencia de contar con nuevas habilidades y una fuerza laboral diversa, lo que requiere formatos de contratación más flexibles y modernos. Para ello, hace énfasis en la necesidad de un marco normativo que ofrezca seguridad y a la vez sea flexible.
En este contexto, la reforma debería incluir la inclusión de personas con discapacidad, adultos en la “economía plateada”, y jóvenes en busca de su primer empleo. La idea es dinamizar el mercado laboral, actualizar habilidades y aumentar el número de trabajadores formales.
Un equilibrio entre empleados y empresas
Guastini aclara que lo más fundamental es contar con normas laborales que protejan a las personas y su empleabilidad, y no solo el contrato en sí. Esto es especialmente relevante en un momento donde los conocimientos se obsolescen rápidamente.
La meta debe ser encontrar un balance entre la protección de los derechos de los trabajadores y la competitividad de las empresas. Este enfoque ayudaría a construir un mercado laboral más inclusivo y sostenible. Leandro Cazorla, CEO de Adecco Argentina, coincide en que es crucial que una “reforma laboral responsable” logre equilibrar la generación de empleo formal con la protección de los derechos laborales.
El cambio en el mercado laboral es evidente, con la coexistencia de trabajos por proyectos, economías regionales estacionales y nuevas ocupaciones digitales. Para este nuevo panorama, se requieren reglas claras y modernas que respondan a un entorno más diverso y tecnológico.
Ejes centrales para una reforma
Desde Adecco destacan tres ejes que consideran fundamentales para la reforma:
1) Modernización en la contratación. Cazorla señala que el mercado laboral hoy es mucho más dinámico que hace 30 años. Sin embargo, las normas actuales parecen estar pensadas para un contexto de hace medio siglo. Un punto importante aquí es el monotributo, que evidencia la distancia entre regulación y prácticas productivas.
2) Fomentar la formalización. Esto es crucial en un país donde la informalidad impacta directamente en la pobreza y la productividad. Se necesitan soluciones simples y viables para revertir esta situación.
3) Formación continua: base de la empleabilidad. Cazorla enfatiza que es esencial incluir políticas de formación continua que atiendan la brecha de habilidades. Menciona, como ejemplo, a Chile, donde muchas empresas destinan parte de su presupuesto a capacitación, permitiendo descuentos de impuestos. Esto acelera la inserción laboral y facilita la transición hacia el empleo formal.
Al final, la idea de una reforma laboral debería enfocarse en mejorar la calidad del empleo y la vida de los trabajadores, manteniendo presente la necesidad de un marco normativo que se adapte a las exigencias del mercado actual.