El consumo de bebidas sin alcohol en Argentina ha experimentado una caída del 13% interanual durante 2024, en un contexto de contracción general del consumo masivo. Esta baja ha impactado a todas las categorías de bebidas, incluyendo gaseosas, aguas, jugos, isotónicos y energizantes, según datos proporcionados por la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas Sin Alcohol (CADIBSA).
A pesar de esta caída, hay señales que podrían indicar una posible recuperación. Durante el primer trimestre de 2025, las ventas fueron 14,4% inferiores a las del mismo período de 2023, pero comparadas con los primeros tres meses de 2024, muestran un aumento del 7,7%. Este cambio es un indicio moderado, aunque alentador, de que el sector podría estar comenzando a recuperarse.
Expectativas de Recuperación en el Consumo
Se espera que el segundo semestre del año traiga mejoras en el consumo y las ventas. La industria, que actualmente enfrenta una baja en el poder adquisitivo de los consumidores, está adaptándose a nuevas tendencias. Las gaseosas y aguas saborizadas continúan dominando el mercado, especialmente en supermercados y estaciones de servicio, donde se observa un cambio hacia envases retornables y productos más económicos.
¿Cómo puede beneficiarte esta tendencia en el consumo?
- Acceso a productos más sostenibles y de menor impacto ambiental.
- Mayor variedad de opciones en el mercado, incluyendo bebidas sin azúcar.
- Incentivos para la compra de productos locales y sustentables.
El cambio en las preferencias del consumidor no solo refleja una mayor conciencia sobre la salud, sino también una sensibilidad al precio que está redefiniendo el panorama del mercado de bebidas sin alcohol.
Presión Tributaria y Competencia Desleal
A pesar de los esfuerzos por mantener la competitividad, el sector enfrenta desafíos estructurales significativos. La carga tributaria representa cerca del 50% del precio final de las bebidas, lo que afecta gravemente la rentabilidad de las empresas. La competencia desleal de actores informales también distorsiona los precios y pone en riesgo la calidad de los productos disponibles en el mercado.
- Necesidad de un marco normativo que garantice igualdad de condiciones.
- Adaptaciones constantes para sostener la producción y el empleo.
- Fomento de la formalidad para asegurar estándares de calidad.
Florencia Canzonieri, vocera de CADIBSA, ha señalado la importancia de implementar políticas públicas que alivien la carga impositiva y promuevan la industria nacional de bebidas sin alcohol, un sector que representa una parte fundamental del consumo diario en el país.
Perspectivas Futuras y Estrategias de Crecimiento
La industria de bebidas sin alcohol genera aproximadamente 30.000 empleos directos y más de 100.000 empleos indirectos, con una extensa red de distribución que abarca unos 300.000 puntos de venta en todo el país. A pesar de que la actividad exportadora es limitada, algunas operaciones se concretan hacia países del Mercosur.
El consumo per cápita ha caído un 15,2% en 2024, pero la tendencia actual indica una demanda más consciente que prioriza bebidas bajas o sin calorías, que ya representan el 55% del portafolio disponible. Las empresas están buscando innovar en sabores y formatos, así como mejorar la eficiencia logística y reforzar campañas que destaquen los beneficios saludables de sus productos.
Para revertir la caída en el consumo, el sector apuesta a que una posible mejora del poder adquisitivo impulse la demanda en el segundo semestre. Las empresas están ansiosas por ver si esta recuperación se consolida y cómo se puede adaptar la oferta a las nuevas demandas de los consumidores, garantizando productos accesibles, saludables y sostenibles.
La estabilidad macroeconómica es crucial para sostener el rebote iniciado en el primer trimestre de este año. El sector está atento a las señales del mercado y busca seguir de cerca la evolución del consumo para ajustar sus estrategias de producción y comercialización.
