Bolsonaro busca atención médica tras dejar prisión domiciliaria
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro salió este domingo de su prisión domiciliaria en Brasilia. Fue su primera vez fuera desde que comenzó a cumplir una condena de 27 años por intentar un golpe de Estado. Su salida fue para un procedimiento médico ambulatorio en el hospital DF Star y estuvo bajo un fuerte escolta policial.
Bolsonaro, de 70 años, llegó al hospital sin hacer declaraciones a la prensa ni interactuar con los simpatizantes que lo esperaban con banderas de Brasil. La intervención consiste en extraer dos lesiones cutáneas, una de las cuales se clasifica como “neoplasia de comportamiento incierto o desconocido”. Se espera que dure solo unas horas, dado su carácter ambulatorio.
Restricciones y problemas de salud
Aparte de las lesiones en la piel, Bolsonaro enfrenta problemas digestivos a raíz de la puñalada que recibió en 2018, lo que le causa episodios de hipo y vómitos. Además, el Supremo Tribunal Federal le prohibió expresarse en redes sociales, ya que estas fueron consideradas un medio para obstruir la justicia. En agosto, también había estado en ese mismo hospital para chequeos que revelaron neumonías recientes.
La Corte Suprema ahora tiene que revisar los recursos presentados por su defensa antes de tomar una decisión sobre su futuro. Existe la posibilidad de que Bolsonaro pida cumplir su condena en casa por motivos de salud, todo mientras sigue con su narrativa de persecución y continúa bajo estricta vigilancia.
La condena a Jair Bolsonaro
Jair Bolsonaro fue condenado a 27 años y tres meses de cárcel por intentar derrocar a Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022. La sentencia, que se votó por cuatro votos contra uno, también afecta a siete colaboradores y exfuncionarios de su gobierno.
Cristiano Zanin, presidente de la Primera Sala del Supremo, enfatizó que “las pruebas permiten concluir que los acusados pretendían romper el estado democrático de derecho”. Los condenados incluyen figuras importantes como Alexandre Ramagem, exdirector de la ABIN, y Almir Garnier, excomandante de la Marina, entre otros. Las penas varían entre 19 y 26 años de prisión.
El Ministerio Público reveló que el plan golpista se desarrolló en varias fases, comenzando antes de las elecciones de 2022, con esfuerzos de Bolsonaro para desacreditar las instituciones democráticas y el sistema electoral. Después de la victoria de Lula, la conspiración se manifestó en protestas masivas y campamentos frente a cuarteles, culminando en el violento ataque a la presidencia, el parlamento y la Corte Suprema el 1 de enero de 2023, un intento de mantener el poder y afianzar una dictadura, según la Fiscalía.