Bioceres cae en la Bolsa tras reportar pérdidas financieras

Bioceres Crop Solutions cerró su ejercicio fiscal 2025 enfrentando un panorama complicado, marcado por pérdidas millonarias y una notable caída en sus ingresos. Justo después de presentar el balance, las acciones en Nueva York se desplomaron cerca del 14%. La compañía, que cotiza en el Nasdaq, reportó una pérdida de u$s55,2 millones y unas ventas que llegaron a u$s335 millones, lo que representa un descenso del 28% respecto al año anterior.

Este escenario llega en un momento difícil para la empresa, ya que la calificadora FIX redujo las calificaciones de Rizobacter y Agrality, dos de sus filiales más importantes. Además, en julio, se supo del default de Bioceres SA, la empresa madre que se originó en Rosario y que aún tiene deudas por saldar en el mercado argentino.

Ingresos en retroceso y foco en el agro argentino

Los ingresos de Bioceres se vieron afectados en todos sus sectores. La protección de cultivos facturó aproximadamente u$s182 millones, lo que significa un descenso del 20% en comparación con 2024. Esto se debió en gran parte a la debilidad de la demanda en Argentina, aunque algunas áreas, como los bioinsumos, han mostrado resistencia en mercados internacionales.

La división de nutrición de cultivos experimentó una caída del 37% a u$s89 millones, golpeada por la reducción en la superficie de maíz y la presión sobre los fertilizantes. En tanto, el segmento de semillas e integrados retrocedió un 34% a u$s64 millones, principalmente por el repliegue del programa HB4 y un cambio hacia alianzas estratégicas.

En febrero, la empresa ya había decidido salir del negocio de producción y venta de semillas para concentrarse en investigación y desarrollo. A través de acuerdos con GDM (Don Mario) para soja y Florimond Desprez para trigo, Bioceres buscó aprovechar su plataforma HB4 sin cargar con los costes de producción. Sin embargo, este cambio ha impactado en sus ingresos en el área de semillas.

Por otro lado, en el cuarto trimestre, las ventas se situaron en u$s74,7 millones, un 40% menos que el año anterior. Aunque lograron mantener un margen bruto del 39%, gracias a productos de mayor valor agregado, el beneficio bruto cayó un 29% hasta u$s132 millones.

Pérdidas, deuda y recortes de inversión

El balance financiero mostró un rojo neto de u$s55 millones, frente a una ganancia de u$s7 millones en 2024. El EBITDA ajustado se hundió un 65%, alcanzando los u$s28 millones.

Las presiones financieras también fueron significativas: los gastos por intereses aumentaron un 54% hasta u$s22 millones, y las pérdidas financieras totales sumaron u$s50 millones. La deuda consolidada cerró en u$s255 millones, con una deuda neta de u$s221 millones.

En medio de esta situación, el CEO Federico Trucco admitió que 2025 fue “un año extremadamente desafiante”. Anunció un recorte del 10% a 12% en gastos operativos y una reducción del 50% en nuevas inversiones, tanto en capital como en I+D. Este recorte haría que la inversión pase del 6% de las ventas a un rango entre 2,5% y 3% en 2026 y 2027. La idea es cuidar la caja y estabilizar el apalancamiento, sin poner en riesgo el plan de negocio a tres años.

Un entramado corporativo bajo presión

La situación financiera delicada de Bioceres coincide con el default de Bioceres SA, que en julio no pudo cumplir con el pago de unos u$s5,3 millones. A pesar de que hoy son estructuras separadas, esta situación alimenta dudas en inversionistas sobre la solidez del grupo Bioceres.

Esto también se suma a las rebajas de calificación a Rizobacter y Agrality. Rizobacter enfrenta un margen EBITDA ajustado de solo 10,6%, con una deuda de u$s181 millones. Por su parte, Agrality, pese a tener márgenes estables, se vio afectada por su fuerte vínculo con Bioceres.

Tras la publicación de estos resultados, las acciones de Bioceres Crop Solutions (BIOX) experimentaron un descenso de aproximadamente 14% en Wall Street, reflejando la desconfianza de los inversores.

Caja positiva y búsqueda de oxígeno

No todo son malas noticias. La compañía generó u$s53 millones de flujo de caja operativo en el año, un 27% más que en 2024, gracias a una gestión más eficiente. También han avanzado en renegociaciones de deuda, extendiendo vencimientos y adaptando su directorio, destacando la salida del CFO Enrique López Lecube.

El futuro cercano dependerá de la recuperación del agro argentino y de cómo Bioceres logre monetizar sus tecnologías HB4 en mercados como Brasil y Estados Unidos. El desempeño en estas áreas será clave para determinar si la empresa puede recuperar la credibilidad ante sus acreedores y inversores o si sus ajustes serán insuficientes para afrontar la crisis.

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