Bennett destaca reformas argentinas y avances en acuerdo comercial

Barry Bennett, el asesor que estuvo muy cerca de Donald Trump, tuvo una reunión este viernes en la Casa Rosada con Santiago Caputo, el actual asesor presidencial. Después de este encuentro, Bennett no escatimó en elogios al hablar sobre la dirección económica del Gobierno argentino y subrayó el apoyo que Washington brinda al programa de reformas en desarrollo en el país.

“Estados Unidos no podría estar más detrás de las reformas y la promesa que se está lanzando”, dijo Bennett a la prensa presente. Habló sobre la relación entre ambos países y comentó sobre la reciente charla entre los presidentes Javier Milei y Donald Trump. Resaltó que tanto Argentina como Estados Unidos ven los próximos años como fundamentales para atraer inversiones en infraestructura y energía.

Bennett aseguró que “tenemos algunos años por delante en los que hay que construir carreteras, gasoductos y muchas otras cosas antes de que empiece a fluir el dinero de los minerales que financiará escuelas, hospitales y pensiones. Hay mucho trabajo por hacer”. Es claro que las expectativas son altas en este aspecto.

Además, destacó un cambio notable en el clima económico del país. “Antes veíamos desesperación económica y ahora contemplamos una gran oportunidad económica”, afirmó, reflejando un giro de 180 grados en comparación con momentos difíciles anteriores.

Cuando se le preguntó sobre un posible acuerdo comercial arancelario entre Argentina y Estados Unidos, Bennett explicó que ese tema “está sobre la mesa” y que “habrá un acuerdo de comercio también”. Sin embargo, advirtió que los tiempos “siempre se extienden una vez que los abogados se involucran”.

En su diálogo, Bennett también enfatizó la figura de Santiago Caputo como alguien clave dentro de la estrategia de inversiones internacionales del Gobierno. “Hablamos de las reformas que vienen. Santiago está haciendo un gran trabajo organizando el nuevo Congreso y gestionando el flujo de inversiones directas extranjeras que recibe todos los días”, comentó. “Hay mucho trabajo por hacer, pero todo va muy bien”.

Ante la pregunta sobre si Caputo podría asumir un rol formal en el Gabinete de Milei, Bennett optó por mantener la cautela. “Eso depende del Presidente. A los Estados Unidos realmente les gusta Santiago, tienen una buena relación con él, pero la decisión es de Milei”, señaló.

En cuanto a las conversaciones políticas internas, Bennett mencionó que los diálogos “continúan con los gobernadores y el nuevo Congreso”. También resaltó la importancia de avanzar en reformas mineras y energéticas, afirmando que “cuando la economía transita de la soja al uranio y al gas, se necesita un conjunto diferente de regulaciones para proteger al país y a los impuestos”.

Sobre el valor del peso, expresó que “percibe estabilidad” tras las recentas turbulencias en el mercado: “Parece que el tipo de cambio está bastante estable. Compraron pesos y eso ha detenido la corrida”.

En su encuentro, Bennett se mostró abierto a conocer al nuevo canciller Pablo Quirno, pero evitó abordar temas de política monetaria, dejando esas cuestiones para otros.

Desde que llegó a Buenos Aires, Barry Bennett ha tejido una red de contactos que lo ha convertido en un actor influyente en la diplomacia paralela del Gobierno. Sus encuentros con legisladores de la oposición, empresarios del sector energético y representantes de fondos de inversión han ampliado su agenda más allá de los canales institucionales.

Bennett se presenta como un puente hacia el entorno republicano en Estados Unidos, especialmente para aquellos sectores que están interesados en los proyectos de infraestructura y energía que el Gobierno está tratando de impulsar. Su papel también incluye articularse con el equipo de Santiago Caputo y empresas privadas que operan en la intersección entre política y negocios.

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