Bajas ventas de alimentos frescos afectan poder adquisitivo

Los mercados de frutas y verduras en Salta y Tucumán están enfrentando una realidad preocupante. En los últimos meses, las ventas han registrado una caída promedio del 40% en comparación con 2023. Una situación similar se vive en Chaco, donde las ventas en supermercados cayeron un 18% y, en Formosa, también se reporta un descenso del 30%. Estas cifras revelan cómo la gente está priorizando la compra de productos básicos como fideos, arroz, aceite y harina, dejando a las frutas y verduras en un segundo plano.

El presidente del Mercado Cofruthos de Salta, Juan Russo, señalar que las ventas han bajado entre 30% y 40% en este tiempo. Atribuye esta situación a la difícil realidad económica del país y menciona que “todo ciudadano lo está pasando mal”. Para adaptarse a esta coyuntura, muchos comerciantes están ofreciendo precios diversos y promociones, especialmente los fines de semana cuando reciben productos frescos del campo.

En los mercados de Tucumán, la caída en las ventas es aún más pronunciada, llegando al 50% en comparación con el año anterior. Juan Carlos Medina, expresidente del Mercofrut, destaca que la falta de compradores se debe a la pérdida del poder adquisitivo, y aclara que las ofertas de productos no escasean, sino que son los clientes los que están restringiendo sus compras a lo mínimo necesario.

Las dificultades en el NEA

Desde Chaco, Alejandro Pegoraro, director de la consultora Politikon, informó que en julio las ventas en supermercados cayeron un 2%, posicionando a la provincia entre las que presentaron números negativos. Récord de caídas en productos esenciales como lácteos, limpieza y verdulería, que están reflejando la presión sobre los hogares argentinos. Sin embargo, en el acumulado de los primeros siete meses de 2025, Chaco muestra un saldo positivo del 2,8%, aunque se pronostica una contracción más profunda a largo plazo.

En Formosa, Ricardo Cáceres, dueño de la cadena de supermercados California, comparte la sensación general sobre el cambio de comportamiento del consumidor. La gente visita los supermercados con más frecuencia, pero compra solo lo esencial. “Las frutas y verduras están sufriendo caídas de hasta el 14%, especialmente el yogurt y el queso,” explica Cáceres.

Cáceres también destaca que las compras se concentran en los días que siguen al cobro de los sueldos, notándose una caída significativa en el resto del mes. Más del 60% de las transacciones se hacen con tarjetas de crédito, lo que revela un cambio en la forma de comprar. A pesar de las promociones, la incertidumbre económica sigue influyendo en las decisiones de compra.

La situación refleja una tendencia clara: el consumo de productos frescos está en declive, mientras que lo básico se mantiene en la mira de los consumidores.

Botão Voltar ao topo