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Auge y Caída de las Casas de Cambio en el Microcentro Porteño

Una postal repetida del microcentro porteño muestra casas de cambio que han bajado sus persianas. En épocas anteriores, calles como Reconquista, San Martín o Sarmiento eran emblemáticas para el negocio cambiario, con numerosas casas de cambio coexistiendo junto a bancos y un constante flujo de oficinistas. Hoy, ese paisaje es apenas un recuerdo. Las persianas bajas y locales vacíos dominan un microcentro que ha perdido su ritmo, afectado por el cepo cambiario y la pandemia. Sin embargo, ahora que se ha levantado el cepo, el sector se ilusiona con resurgir de sus cenizas.

Una Retracción Silenciosa

Antes de la pandemia, el Banco Central tenía registradas entre 220 y 230 casas de cambio en todo el país. Actualmente, esa cifra ha caído a apenas 65. Esta contracción ha sido sostenida pero profunda, acelerada por la cuarentena, el home office y las restricciones para operar con moneda extranjera. Durante años, las casas de cambio quedaron prácticamente fuera del juego, limitadas a un puñado de transacciones autorizadas, mientras el grueso del mercado se trasladó a los bancos o al circuito informal. Con cada nueva medida del Banco Central, más persianas se bajaban.

El vacío dejado por las casas de cambio fue rápidamente ocupado por los arbolitos, la oferta callejera del dólar blue, que se multiplicó y se convirtió en parte del paisaje urbano. En las veredas del microcentro, la venta informal se convirtió en la principal vía de acceso a los dólares para pequeños ahorristas. Así, el microcentro cambió su fisonomía, pasando de ser un área bulliciosa llena de oficinas y turistas cambiando divisas, a un barrio más tranquilo, con locales cerrados y un creciente mercado informal.

Cambio de Época: ¿Qué Pasa con el Fin del Cepo?

El nuevo régimen cambiario, anunciado en abril, autoriza a las casas de cambio a operar en las mismas condiciones que los bancos. Ahora pueden vender libremente divisas oficiales a clientes con fondos declarados en cuentas bancarias, ya sea retirando el efectivo (hasta 100 dólares por ventanilla) o transfiriendo dólares al exterior sin límite. Esta medida ha despertado expectativas en el sector: algunas firmas están evaluando reabrir sucursales, mientras que otras apuestan a formatos más digitales y ágiles. Sin embargo, la recuperación será gradual y dependerá de que la demanda se mantenga activa.

Aunque el cepo haya quedado atrás, el microcentro no volverá a ser lo que era. La reconversión ya está en marcha, y el negocio cambiario, si resurge, lo hará bajo nuevas reglas: con menos locales, mayor digitalización y una clientela diferente. Se espera una reducción en el mercado informal, ya que el acceso legal y competitivo al dólar disminuirá el atractivo de los arbolitos. Si el nuevo régimen se sostiene, las ventanillas oficiales podrían recuperar parte del protagonismo perdido, aunque la calle y su fisonomía ya pertenezcan a una nueva normalidad.

Rafael Cockell

Administrador, con posgrado en Marketing Digital. Aproximadamente 4 años de experiencia en redacción de contenidos para la web.

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