Argentina comienza en desventaja en competitividad empresarial

El economista Esteban Domecq, de Invecq Consultora Económica, estuvo presente en el 61° Coloquio de IDEA en Mar del Plata. Desde allí, compartió su perspectiva sobre la actual macroeconomía de Argentina, analizando tanto los puntos a favor como aquellos en los que aún hay trabajo por hacer. Entre las buenas noticias, destacó el superávit fiscal y la reducción de la inflación, pero también mencionó que el costo logístico sigue siendo demasiado alto y que son necesarias reformas cruciales tributarias, laborales y la apertura económica hacia el mundo.

Domecq comenzó su intervención mencionando que desde finales de 2023, Argentina ha estado atravesando un proceso de estabilización macroeconómica complicado. Aseguró que, aunque se han logrado ciertos avances, el camino está lejos de concluir. Mostró un gráfico que evidenció que, exceptuando algunos años, el déficit fiscal ha sido una constante en los últimos 60 años.

El economista explicó que la falta de disciplina fiscal se traduce en varias consecuencias, siendo la inflación la más notoria. Recordó que en abril del año pasado, la inflación interanual era del 289% y que, para septiembre, esa cifra se había reducido a un 31,8%. Este es un avance significativo, aunque todavía queda mucho por hacer. Además, explicó que la falta de disciplina también ha llevado a que el país tenga default en cinco ocasiones en seis décadas.

Otro punto importante que mencionó fue la cantidad de acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI): Argentina ha firmado 22 en total, de los cuales 18 han sido desde la última edición del Coloquio de IDEA. Domecq también resaltó que los ciclos de recesión son otra de las manifestaciones de la inestabilidad macroeconómica que afecta la competitividad local.

Competitividad: los obstáculos en la economía local

En términos de comercio internacional, Domecq destacó que Argentina avanzó en el ranking, pasando del puesto 64 al 54 tras la eliminación de las SIRAS y una normalización en el pago de importaciones. Esto significa que la apertura de mercados ha comenzado a mejorar el acceso a divisas. Además, mencionó que el régimen de incentivos a grandes inversiones ha jugado un papel clave en la mejora de la situación de inversión.

Sin embargo, a pesar de estos avances, la posición de Argentina en el ranking global solo subió cuatro puestos. Según Domecq, esto se debe a que hay factores que siguen pesando en la competitividad. Aunque el país cuenta con virtudes como su tamaño, recursos naturales y capital humano, también enfrenta problemas serios en materias de infraestructura, servicios públicos y logística. La presión tributaria, la legislación laboral y la poca integración económica son otros aspectos que juegan en contra.

“Una de las piedras más pesadas es la inestabilidad macroeconómica”, agregó Domecq, que incluye la inflación, restricciones cambiarias y ciclos recesivos. También mencionó otras “piedras” como la burocracia y los problemas del sistema financiero.

En cuanto a la logística, Argentina ocupa el puesto 73 de 139 países, muy por debajo de la media. La razón de este rendimiento es el mal estado de las rutas, la infraestructura portuaria deficiente, aduanas lentas y trámites excesivos, que incrementan el costo logístico. Un estudio del CIPPEC y el Banco Mundial reveló que este costo supera el 15% del valor FOB de los productos transportados, y en algunos casos, puede llegar a ser hasta un 30%, muy por encima de los estándares internacionales.

Otro obstáculo mencionado fue la burocracia, donde Argentina se encontraba en el puesto 126 de 190 países en cuanto a la facilidad para hacer negocios. Eso significa que sigue muy lejos de naciones como Chile, Colombia o Perú.

Además, el sistema financiero argentino se caracteriza por su baja inclusión y escasa oferta de financiamiento para las pymes. Con tasas de interés elevadas y una falta de créditos internos (que representan solo el 14,4% del PBI), Domecq lo describió como “inexistente y poco profundo”.

Finalmente, aunque la competitividad de Argentina actualmente parte de una desventaja significativa, el economista planteó que hay un camino por recorrer. Sugirió una analogía con un equipo de fútbol cinco, donde la clave será la estabilidad macroeconómica y la implementación de reformas que reduzcan los costos operativos, así como la necesidad de consensos y una visión a largo plazo.

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