Aporte clave para reducir la incertidumbre
Tras la confirmación de que las bandas de flotación del dólar se ajustarán con la inflación, el funcionario Bausili afirmó que esta medida busca proporcionar previsibilidad. Durante una conferencia de prensa en la sede del Banco Central, leyó un comunicado y respondió a las preguntas para aclarar las recientes decisiones tras el cierre de la rueda cambiaria.
Con el dato de inflación de noviembre ya en la mesa, el Gobierno optó por comenzar la “fase III” de su plan económico. En este marco, el BCRA anunció que a partir del 1° de enero se actualizará el esquema de las bandas de flotación del dólar y se implementarán mecanismos para incrementar la compra de reservas.
Bausili aclaró que esta decisión fue “trabajada” en conjunto con el Fondo Monetario Internacional, aunque subrayó que la iniciativa parte del propio Gobierno. “Todo el programa económico lo definimos nosotros. El FMI nos acompaña y nos aconseja al implementar las distintas fases”, explicó con firmeza.
En cuanto a las reservas, el presidente del Banco Central confirmó que se activará un programa de compra preanunciada de divisas, alineado con la demanda de dinero proyectada para el 2026. Se espera un incremento de la base monetaria del 4,2% al 4,8% del PBI hacia fines del próximo año, con posibilidad de compras de hasta u$s10.000 millones, dependiendo de la oferta de la balanza de pagos.
Si la demanda de dinero crece otro 1% del PBI, estas compras podrían llegar a los u$s17.000 millones, siempre sin impacto inflacionario. Bausili también destacó que la política monetaria tendrá un enfoque que evite esfuerzos sostenidos de esterilización, mientras la demanda de dinero se desarrolle según lo previsto. De lo contrario, el BCRA se verá obligado a tomar medidas correctivas.
Liquidity en el mercado de cambios
Otro punto a destacar fue la liquidez del mercado de cambios. El plan de acumulación de reservas se ajustará al volumen diario operado. En una primera etapa, las compras se alinearán con aproximadamente el 5% del volumen diario, con flexibilidad para adaptarse a cambios significativos. Además, el Banco Central podrá realizar compras en bloque si es necesario para asegurar el buen funcionamiento del mercado.
Bausili también anunció un fortalecimiento de la comunicación del Banco Central, con el retorno del informe trimestral de política monetaria a partir de diciembre de 2025. Este informe explicará la situación económica, las perspectivas inflacionarias y las decisiones de política adoptadas.
En términos de encajes bancarios, se mantiene el proceso de normalización gradual, que será un factor clave en el equilibrio monetario, implementándose con miras a la estabilidad de precios y la recuperación de la intermediación financiera.
De cara a 2026, la calibración de la política monetaria dependerá de la evolución de la inflación y su relación con la actividad económica. Mientras la inflación en el país esté por encima de la internacional, el BCRA mantendrá un sesgo contractivo respecto a la trayectoria base estimada.
Para manejar la liquidez generada por el programa de compras de reservas, el Banco continuará usando operaciones de mercado abierto, principalmente con LECAPs en pesos, además de repos con entidades financieras. Los encajes también pueden ser recalibrados hacia parámetros prudenciales.
Finalmente, Bausili anticipó un escenario de expansión de la actividad económica y del crédito al sector privado. Sin stocks de pasivos remunerados, la demanda de dinero se cubrirá con la compra de reservas internacionales, manteniendo un enfoque que garantice que la oferta monetaria crezca a un ritmo más lento que la demanda, así contribuyendo a la reducción de la inflación.