Apertura importadora: efectos no deseados en textiles
La industria textil se enfrenta a un panorama desafiante debido a la reciente apertura importadora impulsada por el ministro de Economía, Luis Caputo. Los empresarios textiles han expresado su preocupación, argumentando que esta medida podría perjudicar al sector de confección que opera en los circuitos barriales. Según ellos, la apertura representa un castigo injusto, ya que los precios del sector se mantienen por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante los últimos 22 meses.
El vicepresidente de la Fundación Protejer, Marco Meloni, advirtió sobre el impacto negativo que podría tener esta apertura, anticipando más despidos y cierres de fábricas. A pesar de la esperanza de que los precios de la ropa disminuyan, Meloni sostiene que esto no se traducirá en una reducción significativa para los consumidores.

Impactante crecimiento de las importaciones textiles
La tendencia de aumento en las importaciones textiles se ha vuelto alarmante, con un crecimiento de las compras vía courier que se duplican cada mes. Este fenómeno ha sido descrito como un boom de importaciones que amenaza a la industria local. Meloni señaló que el sector de confección local se encuentra en una situación crítica, mientras que el consumo sigue enfrentando dificultades.
El Gobierno baja aranceles
Recientemente, el Gobierno anunció una reducción de los aranceles de importación para ropa y calzado, disminuyéndolos del 35% al 20%, y de telas del 26% al 18%. Esta medida busca equiparar los aranceles a los niveles previos a 2007. La Secretaría de Comercio ha indicado que, al compararse con otros países de la región, Argentina tiene la indumentaria más cara, lo que ha llevado a este cambio en la política comercial.
La industria prevé efectos negativos en empleo y precios
Meloni estima que la reducción de aranceles tendrá un efecto casi nulo en los precios de venta, mientras que el costo en términos de empleo podría ser significativo. Se prevé una pérdida de aproximadamente 50.000 empleos en el sector en los próximos dos años, lo que podría devastar a toda la cadena productiva que abarca desde el tejido hasta la confección.
El empresario también destacó que, a pesar de la reducción de aranceles, los precios en el circuito de barrios y ventas informales podrían permanecer inalterados, lo que contradice la expectativa de beneficios para los consumidores. Por ejemplo, un pantalón que se vende a $14.000 en el circuito de Flores no verá una disminución en su precio, independientemente de que se importe o no.
Preocupación por la eliminación de los valores criterio
Un tema que genera aún más inquietud entre los empresarios es la eliminación de los valores criterio en la Aduana, que anteriormente ayudaba a regular los precios de las importaciones. Sin esta herramienta, existe el temor de que se introduzca ropa a precios de dumping, afectando aún más la competitividad de la producción local.
Los empresarios textiles están en alerta ante esta situación, ya que se estima que cerca del 50% de las ventas de textiles en Argentina son productos importados. La eliminación de las regulaciones podría generar un desequilibrio aún mayor en el mercado, poniendo en riesgo la viabilidad de la industria local.
Reflexiones finales
La apertura de importaciones y la reducción de aranceles están generando un debate intenso sobre el futuro de la industria textil en Argentina. Mientras que algunos argumentan que estas medidas podrían beneficiar al consumidor, otros alertan sobre las graves consecuencias para el empleo y la producción local. Es fundamental seguir de cerca la evolución de esta situación y considerar los efectos a largo plazo en el sector y la economía nacional.
Para más información sobre el impacto de las políticas económicas en el sector textil, mantente informado y comparte este contenido con otros interesados. La voz de la industria es vital para la toma de decisiones que afecten el futuro del empleo y la producción local.