Anthony Joshua noquea a Jake Paul en polémica velada de boxeo
Más allá del debate propio del deporte, la reciente pelea entre Anthony Joshua y Jake Paul ha generado un revuelo tremendo. Se estima que ambos se llevaron una bolsa de casi 100 millones de libras cada uno, convirtiéndola en una de las veladas más comentadas del boxeo actual.
Anthony Joshua vs Jake Paul: una pelea discreta y un contundente nocaut
Jake Paul, el influencer estadounidense, hizo su entrada vistiendo un atuendo que rendía homenaje al fallecido Hulk Hogan. Desde el primer momento, mostró una estrategia conservadora, centrándose en moverse y evadir a su oponente. Durante los primeros tres rounds, logró esquivar los golpes de un Joshua que no lograba encontrar su ritmo. Las estadísticas hablan por sí solas: solo 14 golpes conectados por el británico y 10 por Paul hasta el cuarto asalto.
Sin embargo, a medida que avanzaba la pelea, el desgaste de Paul empezó a notarse. En el cuarto round, cayó a la lona varias veces, no tanto por los golpes, sino por los desequilibrios y la necesidad de recuperar aire.
El quiebre se dio en el quinto round, cuando el árbitro Chris Young comenzó a contar después de que Paul cayera de nuevo, esta vez casi dejándose caer al suelo. La situación se repitió, con la cuenta alcanzando los ocho segundos y sin que algún golpe claro explicara su caída.
Finalmente, el desenlace llegó en el sexto de los ocho rounds pactados. Joshua, decidido a cerrar la pelea, llevó a su adversario a la esquina, golpeando su cuerpo antes de conectar un potente derechazo en la cara cuando faltaban 1 minuto y 40 segundos. Jake Paul no pudo levantarse y el árbitro decretó el nocaut. Desde el rincón, él alcanzó a decir: “Creo que tengo la mandíbula rota”.
La pelea se dio bajo condiciones particulares. Joshua tuvo un límite de peso de 245 libras, a pesar de estar en la categoría pesada. La pelea fue acordada a ocho rounds de tres minutos, con guantes de 10 onzas y un ring un poco más amplio de lo habitual. Aun así, contaba como un combate oficial para ambos.
La polémica velada
Este evento resultó muy polémico, especialmente considerando el contexto de Joshua. Había peleado por un título mundial apenas 15 meses atrás. Aunque había perdido por nocaut ante Daniel Dubois en Wembley, seguía siendo una figura central en la división. Antes de esa derrota sorpresiva frente a Andy Ruiz Jr. en 2019, mantenía un récord invicto en 22 peleas con 21 nocauts, reinando en la AMB, la FIB y la OMB.
Después de recuperar sus títulos ante Ruiz en Arabia Saudita, Joshua parecía resurgir. Sin embargo, encadenó dos derrotas ante Oleksandr Usyk y, aunque luego tuvo algunas victorias, su reciente caída ante Dubois lo mantuvo fuera del ring más de un año.
Con 36 años y casi dos metros de altura, Joshua llegó al combate con un peso que marcó uno de los más bajos de su carrera: 243,4 libras. Aun así, era notable la diferencia de peso con respecto a Jake Paul, quien pesó 216,6 libras. Esta brecha física, junto con la diferencia de experiencia, marcó la diferencia.
Paul, de 28 años, contaba con un historial de 13 peleas previas, 12 de ellas ganadas y una única derrota. Sus oponentes habían variado, incluyendo a Nate Diaz y el ex boxeador Mike Tyson, lo que había generado mucho debate sobre la influencia de peleas como esta en el boxeo.
Ante la polémica, el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaiman, defendió el espectáculo y la figura de Jake Paul, argumentando que había traído nuevos seguidores al deporte a través de su talento en las redes sociales y su dedicación al boxeo.
En el otro extremo, el excampeón Deontay Wilder fue crítico. “Creo que las peleas de Paul ya han sido guionadas”, dijo, cuestionando la autenticidad del espectáculo, sobre todo ahora que se enfrentó a un excampeón activo.
El futuro de Joshua es incierto. Se habla de una posible pelea con Tyson Fury, quien anunció su retiro luego de perder dos veces ante Usyk, pero en el ambiente nadie descarta que pueda haber una reversa para un gran evento en Gran Bretaña.