Amenazas a la soberanía: sanciones e intervenciones crecientes

El presidente de Brasil, Ignacio Lula da Silva, tuvo un encuentro intenso con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, durante su discurso de apertura en la Asamblea General de la ONU. Lula advirtió sobre el impacto de “ataques a la soberanía, sanciones arbitrarias y las intervenciones unilaterales”, destacando que estas actitudes se están volviendo comunes en el escenario global.

En un discurso que duró más de 40 minutos, Lula abordó varios de los retos que enfrentan las naciones hoy en día. Puso especial énfasis en el respeto a la soberanía de cada país, la regulación de Internet y la Inteligencia Artificial (IA), la lucha contra el hambre, y la necesidad de resolver conflictos en lugares como Gaza y Ucrania. Además, tocó el tema del calentamiento global y las tensiones en el comercio internacional, resaltando las consecuencias de los aranceles impuestos por Trump.

Lula da Silva y su confrontación contra Donald Trump

Sin nombrarlo directamente, Lula se posicionó claramente en contra de la administración estadounidense, clamando por un liderazgo mundial más colaborativo y que escuche “la voz del sur global”. A medida que las tensiones crecían debido a los impuestos del 50% que Trump impuso a Brasil, Lula surgió como una alternativa frente a los actuales liderazgos globales.

El punto crítico de su discurso llegó cuando afirmó que Brasil enfrenta “un ataque sin precedentes” a sus instituciones y economía. “La agresión a la independencia del poder judicial es inaceptable”, expresó, criticando a la “derecha extrema” que busca influenciar los asuntos internos del país.

Lula también hizo un llamado a la comunidad internacional. “Brasil envía un mensaje a los autócratas en ciernes y a sus seguidores: nuestra democracia y soberanía no están en juego”, declaró, en un contexto de creciente tensión judicial debido al apoyo de Trump al expresidente Jair Bolsonaro, ahora condenado por el Tribunal Supremo de Brasil.

Respecto al comercio internacional, Lula reflexionó sobre el deterioro del sistema multilateral. “Las medidas unilaterales han desvirtuado principios fundamentales, afectando las cadenas de valor.” Y no dudó en señalar la urgencia de refundar la OMC.

Los conflictos armados

Al hablar de los conflictos armados actuales, Lula destacó que “ninguna situación refleja de manera más emblemática el uso desproporcionado de la fuerza que lo que ocurre en Palestina.” Reconoció la indefendibilidad de los ataques terroristas de Hamas, pero sostuvo que “nada, absolutamente nada, justifica el genocidio en Gaza.”

Bajo los escombros de Gaza, mencionó que hay “decenas de miles de mujeres y niños inocentes”. Lula criticó tanto a los gobiernos de Israel como a Estados Unidos, implicándolos en una masacre que podría haberse prevenido. En este sentido, expresó su preocupación: “La propagación de este conflicto a Líbano, Siria e Irán alimenta una carrera armamentista sin precedentes.”

Además, Lula pidió que “el camino al diálogo no se le debe cerrar a Venezuela” y alertó sobre el uso de “la fuerza letal en situaciones que no constituyen un conflicto armado”, enfatizando que esto se asemeja a “ejecutar a alguien sin juicio.”

Finalmente, sobre la guerra entre Ucrania y Rusia, mencionó la reciente reunión en Alaska como un signo de esperanza para una salida negociada, abordando la necesidad de considerar las preocupaciones legítimas de todos los involucrados.

La necesidad de regular Internet y la IA

“Internet no puede ser la tierra de la anarquía”, afirmó Lula. Hizo hincapié en que regular no significa restringir la libertad de expresión, sino tratar asuntos ilegales en el entorno digital de la misma manera que se hace en el mundo real. Aseguró que la falta de regulación encubre intereses ocultos y crea un refugio para delitos como el fraude y la trata de personas.

Sobre la IA, Lula subrayó el compromiso de Brasil en consolidar una gobernanza multilateral, alineándose al pacto digital mundial aprobado el año anterior.

El cambio climático

Con respecto al cambio climático, Lula afirmó que ha llegado el momento de pasar de la negociación a la acción. “Esta problemática debe ser el corazón de la ONU, porque merece toda su atención.” Recordó que Brasil se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 59 a 67% en todos los sectores de la economía.

Lula no esquivó la crítica a los países desarrollados, mencionando que estos gozan de un nivel de vida que ha sido alcanzado a expensas de los países en desarrollo a lo largo de dos siglos. “La transición energética no puede reproducir la depredación de los últimos siglos”, enfatizó, pidiendo justicia y mayor acceso a recursos y tecnología.

El recuerdo de Pepe Mujica y el papa Francisco

Al cerrar su discurso, Lula rindió homenaje a José “Pepe” Mujica y al papa Francisco, quienes fallecieron en 2024. Recordó cómo sus vidas estuvieron entrelazadas con las ocho décadas de la ONU y subrayó los valores humanistas que ambos representaban.

“Si estuvieran con nosotros, seguramente utilizarían esta plataforma para recordar que el autoritarismo, la degradación ambiental y la desigualdad no son inevitables. Solo los que se rinden son derrotados”, concluyó, dejando un mensaje resonante sobre la lucha por un mundo más justo.

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