Alertan sobre tres impactos económicos tras eliminación de retenciones al agro
El Gobierno argentino ha decidido, a través del Decreto 682/2025, eliminar los derechos de exportación para los cereales y oleaginosas hasta el 31 de octubre. Esta medida se mantendrá hasta que se registre un total de u$s7.000 millones en declaraciones juradas de venta al exterior, lo que ocurra primero.
Esta estrategia ha sido calificada como una movida de “populismo cambiario” por el economista Federico Machado. Según él, el Gobierno estaría resignando superávit fiscal para sostener un tipo de cambio que está bastante desbalanceado. Mientras tanto, menciona que “no hay plata” para sectores como los jubilados y personas con discapacidad.
La situación es delicada. Hasta la semana pasada, el mercado sufrió la presión de la escasez de dólares, y el Banco Central tuvo que intervenir con u$s1.100 millones al ver cómo el dólar llegaba al techo de su banda. La eliminación temporal de las retenciones podría ofrecer un respiro al Gobierno, que busca un tipo de cambio más bajo de cara a las elecciones de octubre.
Sin embargo, hay dudas sobre la efectividad de esta medida. “¿Funcionará?” se pregunta Machado. La verdad es que, si el productor no acepta pesos, encontrará la manera de volver a comprar dólares. Aunque el tipo de cambio entre pesos y dólares se reduzca, lo que debería, en teoría, hacer bajar el dólar, persiste la preocupación. Si estas decisiones improvisadas alimentan incertidumbre, podríamos ver un aumento en la dolarización de la economía.
Otro factor a considerar es el préstamo que se espera del Tesoro de Estados Unidos. Recientemente, su titular, Scott Bessent, manifestó apoyo a Argentina, lo que podría significar un crédito de al menos u$s10.000 millones, incluyendo un swap de monedas y compra de bonos argentinos.
Menor recaudación
Tras la eliminación temporal de las retenciones a la carne bovina y avícola, el vocero presidencial Manuel Adorni celebró la medida, destacando que este Gobierno responde a las adversidades reduciendo impuestos. Sin embargo, como apunta Machado, esta reducción de retenciones llevará a una resignación del superávit fiscal.
Se estima que el costo fiscal total de la nueva medida será de aproximadamente 0,23% del Producto Bruto Interno (PBI). De este total, solo 0,15% se reflejará en 2025, ya que el impuesto a las ganancias se paga al año siguiente. Esto puede generar una mayor necesidad de recorte del gasto público, sobre todo con recientes medidas de emergencia en discapacidad y financiamiento universitario.
Según el IAEF, hay tres escenarios posibles para la liquidación de maíz y soja tras la eliminación de las retenciones. Por ejemplo, en el mejor escenario, se estima una liquidación del 100% del stock de soja y 40% del maíz. En términos de PBI, el costo directo podría variar desde 0,25% hasta 0,28%.
La preocupación sobre la recaudación también se hace evidente. Se anticipa que pérdidas de recaudación podrían representar un 46% del superávit fiscal previsto en el presupuesto de 2026.
Aceleración moderada de la inflación
La eliminación de retenciones puede propiciar una aceleración “moderada” de la inflación, advirtió la economista Rocío Bisang. Aunque se espera que afecte productos como la carne y harinas, el impacto será limitado, ya que la medida es temporal y depende de los stocks disponibles.
Bisang también menciona que un factor determinante será la “estabilidad” del dólar, que podría quitar presión inflacionaria en un entorno de consumo bajo. Es complicado predecir qué efecto se impondrá: si la eliminación de retenciones o la estabilidad del dólar.
Por su parte, Camilo Tiscornia, economista de C&T Asociados, sostiene que el impacto se sentirá más en los precios de la carne, mientras que otros productos podrían no trasladar íntegramente las subas de costos al consumidor. A pesar de todo, es casi un hecho que habrá algún tipo de efecto.
Con la economía en un estado relativamente tranquilo, se torna difícil que haya un traslado automático a los precios. Tiscornia apunta que la situación financiera y la reciente intervención del Tesoro de EE.UU. podrían ayudar a estabilizar el mercado, lo que a su vez podría contener las futuras subas de precios.