ADRs incrementan hasta 5% y bonos se recuperan tras licitación
El Gobierno argentino se enfrenta a un contexto desafiante, pero logró avanzar al colocar u$s1.000 millones mediante la emisión del Bonar 2029N. Esta estrategia busca cubrir parte de la deuda que vence el próximo enero, que asciende a u$s4.200 millones. Importantísimo, ¿no?
Los mercados reaccionaron positivamente. Después de la licitación clave, los ADRs se dispararon hasta un 5%, mientras que los bonos en dólares también mostraron un rebote significativo. El Bonar 2029N tiene un cupón del 6,5% anual que se paga semestralmente, lo cual es atractivo para los inversores.
En Wall Street, los papeles argentinos cobran vida, liderados por Loma Negra, que subió un 4,5%, seguido por Banco Macro y Transportadora de Gas del Sur. Este interés masivo indica un renovado apetito por la inversión en nuestro país, que sin duda es una buena señal.
Volviendo a la licitación, los títulos soberanos en Nueva York registraron subas de hasta 0,7%, con el Bonar 2029 y el Bonar 2030 a la cabeza. En este punto, el riesgo país se sitúa en alrededor de 625 puntos básicos, reflejando una cierta estabilización en las expectativas económicas.
Localmente, el S&P Merval mostró un aumento del 0,9%, alcanzando los 3.013.646,79 puntos, mientras que su contraparte en dólares se acercó a 2.005,75 puntos, recuperando casi todas las pérdidas de la jornada anterior. La mayoría de las acciones cerraron en alza, con Loma Negra y Gas del Norte liderando nuevamente.
En el marco de esta tendencia, el Ministerio de Economía celebró que, después de casi ocho años, Argentina haya vuelto a los mercados de deuda en moneda extranjera. Se recibieron ofertas por más de u$s1.400 millones de más de 2.500 inversores, un indicador concreto de confianza, ¿verdad? La tasa de rendimiento quedó en 9,26%, lo que establece un diferencial interesante respecto a bonos similares.
Y no solo eso, ese monto recaudado servirá para pagar la amortización de los Bonares 2029 y 2030 el 9 de enero, un paso crucial en la gestión de la deuda nacional. Así que, mientras el mercado vigila de cerca estos cambios, podemos respirar un poco más tranquilos ante la incertidumbre y mantener la mirada en lo que vendrá.