Acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur
La cumbre del Mercosur, prevista para el 20 de diciembre, está generando mucha expectativa por la firma de un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE). Este asunto no es menor: Brasil, junto con el apoyo de Argentina y Paraguay, está a un paso de firmar lo que sería un acuerdo que se ha negociado durante décadas.
El acuerdo, que lleva 25 años de discusiones, busca eliminar gradualmente los aranceles, crear una zona de libre comercio entre ambos bloques y establecer reglas para que los beneficios se queden en el Mercosur y la UE, entre otros puntos importantes.
Implicaciones del acuerdo comercial entre UE y Mercosur
Lula ha declarado que este acuerdo es monumental desde el punto de vista económico. Una vez que se firme, incluirá a 722 millones de habitantes y representará un PBI conjunto de u$s22 billones, lo que lo convertiría en el “mayor acuerdo comercial del mundo”.
La relación comercial actual entre la UE y el Mercosur asciende a 88.000 millones de euros anuales en bienes y 34.000 millones en servicios. Con la implementación de la nueva zona de libre comercio, se estima que esta cifra podría alcanzar alrededor del 20% del Producto Bruto Interno mundial.
El objetivo principal es reducir, de forma progresiva, las barreras arancelarias y crear un espacio comercial amplio con normativas claras. Además, se incluirían regulaciones en temas como servicios, propiedad intelectual, contratación pública y comercio sostenible. Esto es fundamental para ofrecer seguridad y previsibilidad a largo plazo a ambas partes.
El acuerdo plantearía la eliminación de aranceles en el 90% del comercio bilateral, con plazos de desgravación más amplios que los pactados en anteriores tratados de la UE. Esto podría dar un gran empujón a las exportaciones agroindustriales y energéticas del Mercosur. Al mismo tiempo, la UE busca asegurarse un abastecimiento estable de alimentos, energía y minerales críticos, además de ingresar más fácilmente su producción industrial en Sudamérica.
Se estima que Europa podría sumar u$s10.000 millones en exportaciones adicionales cada año, mientras que las ventas hacia Europa aumentarían en casi u$s60.000 millones.
Una vez firmado, el acuerdo tendrá que pasar por la ratificación de cada país del Mercosur y de los Estados miembros de la UE. Este proceso puede tardar meses o incluso años, dependiendo de los trámites parlamentarios.
El efecto de Javier Milei y la oposición de Francia
La llegada de Javier Milei a la presidencia también agrega un condimento político a la cumbre, dado que su relación con el presidente brasileño ha sido tensa desde el inicio de su gestión. En la Casa Rosada, se considera que esta cumbre es una oportunidad para mostrar el compromiso con la inserción global, un tema que Milei ha defendido en su campaña. Sin embargo, hay consenso en que los beneficios concretos del tratado podrían tardar en notarse.
Desde Europa, la mayor resistencia proviene de Francia, donde se ha manifestado de forma contundente su oposición al acuerdo. A poco tiempo de la fecha pactada, la Asamblea Nacional aprobó una resolución que le pide al presidente Macron que se oponga al tratado y forme un bloque en el Consejo de la UE.
La propuesta, impulsada por el partido de izquierda La Francia Insumisa, obtuvo 244 votos a favor y solo uno en contra, aunque este último voto se aclaró como un error, llevando a una unanimidad completa en la oposición al acuerdo.
Con tanto en juego y negociaciones en curso, el futuro del acuerdo entre el Mercosur y la UE genera un sinfín de expectativas y desafíos que definirán las relaciones comerciales en la región.