Acuerdo con el FMI: un diseño mal ejecutado

La gestión de Javier Milei está atravesando momentos de tensión tras la reciente derrota en las elecciones bonaerenses. Aunque la situación es complicada, el Presidente no ha anunciado cambios significativos en su Gabinete ni en su plan económico, lo que ha llamado la atención de muchos.

El economista y exviceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, se pronunció sobre esta situación. Analizó el rumbo económico que está tomando el gobierno de Milei y Luis Caputo. Luego de la dura derrota de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, los mercados respondieron con una caída y el dólar se disparó. Rubinstein, de manera clara, planteó la necesidad de modificar el esquema cambiario, ya que lo considera mal diseñado y subutilizado en el marco del acuerdo con el FMI.

El economista subrayó que la macroeconomía ha estado frágil en el aspecto cambiario. Explicó que, aunque se lograron unos 20 mil millones de dólares, no se han tomado las medidas necesarias para estabilizar el esquema cambiario. Además, comparó la situación de su equipo con un partido de fútbol: “Van perdiendo 3-0 y faltan 25 minutos. No quieren hacer cambios, bueno, veremos cómo llegan. A veces hay que tener suerte”.

Rubinstein también destacó que las actuales bandas de flotación, que se implementaron en abril, debieron haberse diseñado de otra manera. Sostuvo que “no se puede establecer un piso cambiario en un contexto inflacionario”. Si la inflación hubiese sido cero, el diseño tendría más sentido.

Desde su perspectiva, es crucial contar con un sistema cambiario que permita adquirir dólares con facilidad. Hoy en día, si alguien quiere comprar dólares, enfrenta múltiples obstáculos. Esto ha llevado a que el esquema cambiario no funcione adecuadamente en el contexto argentino. En sus palabras, “este esquema ya fracasó”.

Pensando en posibles cambios, Rubinstein sugirió que el gobierno debería adoptar un esquema de flotación administrada con un dólar más elevado. Resaltó la necesidad de acumular reservas y afirmó que, si se implementa una política de compra de dólares, esto naturalmente elevará su precio.

A medida que se acercan los días de las elecciones de octubre, Rubinstein también advirtió que, si el gobierno admite sus errores, podría haber consecuencias en la inflación, que podría mantenerse en niveles elevados. Agregó que la respuesta del mercado tras las elecciones puede ser inquietante, especialmente porque podrían tocar reservas que son del FMI o de encajes que no deberían venderse, aunque históricamente se han utilizado.

Reflexionando sobre el entorno político actual en relación a las elecciones, el exviceministro indicó que la percepción de corrupción en el gobierno podría dañar gravemente su imagen y la de su círculo cercano. Mientras tanto, si hubiera una oposición que asumiera la necesidad de un equilibrio fiscal en lugar de cuestionarlo, esto podría cambiar las dinámicas del mercado. Sin embargo, el mensaje del gobierno ha generado una percepción negativa hacia la oposición.

De este modo, la situación económica y política que enfrenta Argentina se presenta como un desafío complejo y delicado.

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