Después de su éxito en Lo que el río hace, Mariano Saborido se adentra en el unipersonal Viento Blanco, una obra que le permite explorar su creatividad como actor. En sus propias palabras, En la obra puedo poner en juego algo de las monigotadas que siempre me gusta hacer cuando actúo. Esta producción, escrita por Santiago Loza, promete una experiencia única tanto para el actor como para el público.
La dirección corre a cargo de Juanse Rausch y Valeria Lois, quienes han logrado que este fenómeno del teatro independiente agote funciones en Dumont 4040. Hablamos con Saborido sobre su interpretación y el proceso de creación de esta obra.
Explorando la Profundidad de los Personajes
El unipersonal presenta a Marito, el protagonista, quien vive en un paraje patagónico imaginario. Saborido describe a Marito como un personaje que ha crecido con limitaciones, con una voz materna que le ha contado historias pero con poco más alrededor. Es la historia de alguien que tuvo que armarse un esquema mental propio con elementos bastante escasos, explica Saborido, enfatizando el misterio que rodea a su vida y cómo se presenta al público.
Los vínculos entre Marito, su madre y su amigo son cruciales. La madre le enseñó a trabajar y marcó el camino, pero todo lo que se enseña tiene tintes mitológicos, menciona el actor. Este aspecto del relato invita a reflexionar sobre cómo los mitos y enseñanzas familiares influyen en la vida de una persona y sus decisiones.
La Poética de Santiago Loza y el Proceso Creativo
Mariano Saborido describe la escritura de Loza como bella, pero también desafiante. Fue un trabajo difícil porque es un camino de desarmar lo que uno cree sobre el material, aclara. El proceso implica encontrar el texto en el cuerpo y la voz del actor, lo que requiere un delicado equilibrio entre la interpretación y la fidelidad al texto original.
La colaboración con los directores fue fundamental. Juanse y Vale fueron importantes para quitar algo de solemnidad que suelo tener. El humor es indispensable y posibilita casi todo, afirma Saborido. Esta búsqueda de un enfoque menos solemne ha sido clave para dar vida a la obra.
El Crecimiento de la Obra y la Importancia del Equipo
La obra ha evolucionado durante los ensayos gracias a las contribuciones de los directores. Saborido comenta que la llegada de la escenografía aportó una nueva dimensión al personaje, creando un entorno más rico. La producción es fundamental para que la obra crezca y pase del papel a la acción, añade, destacando el trabajo colaborativo que se requiere en el teatro.
El actor también reflexiona sobre la naturaleza comunitaria del teatro. A pesar de que Viento Blanco es un monólogo, el teatro nunca se hace solo, menciona, subrayando la importancia de la colaboración entre todos los involucrados en la producción.
La Magia de Interpretar a Marito
Finalmente, Saborido comparte lo que más le cautiva de su papel en Viento Blanco. Poder llevarme a esos lugares me conmueve y es lo que más me hace vibrar cuando actúo. La conexión emocional con el personaje y el apoyo del equipo son fundamentales para su interpretación, haciendo de esta experiencia un viaje inolvidable.
Invitamos a todos a disfrutar de Viento Blanco y experimentar la singularidad de la interpretación de Mariano Saborido en esta obra cautivadora. El teatro es un espacio donde las historias cobran vida, y cada función es una oportunidad para sumergirse en mundos diferentes.
