El micromanagement es un modelo de gestión que se ha vuelto común en muchas empresas, incluyendo pymes. Sin embargo, cada vez más estas organizaciones se están orientando hacia modelos más participativos y empoderadores que fomentan el desarrollo del talento. Esta transición es crucial en un contexto donde la retención del personal se ha vuelto vital, especialmente tras el fenómeno conocido como La gran renuncia que afectó a muchas regiones, incluida Latinoamérica.
Las presiones por la competitividad y la eficiencia muchas veces fomentan una cultura de micromanagement. Pero, ¿qué efectos tiene esto en las pymes? ¿Cuándo es realmente beneficioso y cuándo se convierte en un obstáculo? Estas son preguntas fundamentales que deben considerarse para mejorar la gestión organizacional.
El impacto del micromanagement en las pymes
Según Patricio Navarro Pizzurno, director de Gente y Cultura en iFlow, la falta de recursos en empresas pequeñas y en crecimiento es una de las principales causas del micromanagement. En este contexto, es común que un líder asuma múltiples roles, lo que lleva a una supervisión excesiva de las tareas. Esto es especialmente cierto en las etapas iniciales de una organización, donde los recursos son limitados.
Martín Yechua, director ejecutivo de la Asociación de Directorios Asociados, señala que es fundamental que los líderes de pymes reflexionen sobre su rol y las preguntas clave que pueden ayudarlos a salir del micromanagement. Preguntas como ¿cómo agrega valor a la empresa? o ¿cuál es su legado? son esenciales para redefinir la función del líder y fomentar una cultura más saludable.
Cultura organizacional y micromanagement
El proceso de dirección y la configuración institucional están interconectados y deben ser gestionados de manera simultánea. Yechua enfatiza que es crucial para el líder identificar qué tareas delegar y cuáles supervisar. Este enfoque no solo ayuda a combatir el micromanagement, sino que también establece un ejemplo positivo para toda la organización.
Erradicar el micromanagement no debe considerarse un cambio aislado, sino como un proceso continuo de formación del empresario. Es necesario analizar aspectos como la coordinación entre divisiones y el clima laboral. Preguntas sobre la duplicación de funciones y las oportunidades de crecimiento para los colaboradores son vitales para entender cómo avanzar en este proceso.
Consecuencias del micromanagement
Carlos Contino, experto en recursos humanos, advierte que un modelo de gestión basado en la vigilancia extrema no es sostenible a largo plazo. Este enfoque puede resultar en alta rotación de personal, crisis de liderazgo y un clima laboral negativo. Los empleados talentosos tienden a abandonar organizaciones que aplican micromanagement, lo que, a la larga, afecta la competitividad de la empresa.
La falta de transferencia de conocimiento es otro problema crítico. Navarro Pizzurno destaca que las empresas deben asegurarse de que el know-how no se concentre solo en unos pocos. Si esto no se gestiona adecuadamente, puede llevar a una mala planificación y, eventualmente, a desvinculaciones innecesarias.
Un enfoque generacional
El micromanagement también se ve influenciado por factores generacionales. Pablo Barassi, CEO de Integrar, menciona que las nuevas generaciones tienden a tener menos tolerancia a la frustración, lo que puede acentuar el estrés y la ansiedad en el lugar de trabajo. Para los trabajadores más experimentados, la supervisión excesiva puede llevar a la desmotivación y a la sensación de desconfianza en su capacidad.
A pesar de los desafíos que presenta el micromanagement, las pymes están adoptando un enfoque más colaborativo y abierto, lo que les permite atraer y retener talento. Esta transición no solo beneficia a los empleados, sino que también fortalece la organización en su conjunto.
Si eres dueño de una pyme o trabajas en una, reflexiona sobre cómo puedes fomentar un ambiente de trabajo más participativo. Considera las herramientas y estrategias que pueden ayudar a erradicar el micromanagement y potenciar el talento en tu organización. La implementación de cambios positivos puede llevar a un crecimiento sostenible y a una mayor satisfacción laboral.
