En la jornada del miércoles 26 de marzo, el ajuste cambiario se vuelve inminente. La expectativa sobre la devaluación del peso argentino se intensifica, y se prevé que se materialice en abril de 2025. Muchos se preguntan si esta devaluación será resultado de un aumento directo en el tipo de cambio o si se optará por un sistema de bandas donde solo la superior tenga relevancia.
El peso se levantó temprano un día de abril de 2025, con la incertidumbre de saber si el ajuste del tipo de cambio se realizaría de manera abrupta o mediante una flotación controlada. En este contexto, el análisis de la situación económica actual podría recordar la crónica de Gabriel García Márquez sobre la devaluación anunciada en Argentina, gobernada por un experto en crecimiento económico.
La Devaluación Anunciada
De acuerdo con las proyecciones, en abril de 2025 habrá una devaluación del peso, y se estima que el incremento del tipo de cambio oscilará entre el 10% y el 20%. La incertidumbre se concentra en qué tipo de acuerdo se establecerá con el FMI y cómo se trasladará esto a los precios, siendo la segunda etapa del ajuste posterior a las elecciones nacionales de 2025.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) enfrenta el desafío de gestionar sus reservas para evitar que el tipo de cambio se dispare. Cada día que pasa, la situación se vuelve más crítica, lo que complica la capacidad del gobierno para negociar un acuerdo con el FMI. A pesar de los esfuerzos, el tiempo corre en su contra y la presión sobre el tipo de cambio continúa aumentando.
Estrategias del BCRA
El BCRA ha estado utilizando sus reservas para controlar la cantidad de pesos en circulación y mantener el tipo de cambio bajo control. Sin embargo, esta estrategia es insostenible a largo plazo, especialmente con una reducción constante de las reservas. Se anticipa que el FMI impondrá condiciones severas en su acuerdo con el gobierno de Milei y Caputo.
Históricamente, el FMI ha exigido ajustes económicos que, aunque pueden ofrecer alivio temporal, a menudo conducen a un aumento en las tensiones sociales y económicas. La experiencia pasada sugiere que el objetivo del gobierno es alcanzar un incremento del tipo de cambio antes de las elecciones, con el fin de reducir la inflación y las tensiones cambiarias.
Impacto en la Sociedad
La devaluación, cuando ocurra, tendrá consecuencias inevitables para los trabajadores, jubilados y pequeñas empresas. Las políticas económicas actuales parecen favorecer a aquellos en posiciones de poder, mientras que los más vulnerables seguirán sufriendo las consecuencias de un modelo que prioriza a unos pocos.
Con la certeza de que la devaluación es inminente, es crucial que los ciudadanos estén preparados para las repercusiones que esto traerá. Las dificultades económicas que se avecinan afectarán a la gran mayoría, mientras que los intereses de las élites seguirán siendo protegidos.
* Economista UBA-UNDAV.
