Santiago Bulat, economista y director de la consultora Invecq, expresa su preocupación por el actual esquema cambiario en Argentina. Afirma que el país está partiendo de un tipo de cambio bajo y que es necesario solucionar la distorsión que sufre el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Según Bulat, la combinación de reservas netas en terreno negativo y un tipo de cambio que ha perdido impulso desde principios de 2024 está resonando cada vez más en el mercado.
Bulat señala que, aunque el Gobierno busca desmentir rumores de devaluación, no puede confirmar la continuidad del crawling peg. Esta indefinición ha llevado a un aumento en la cobertura dolarizadora, con un repunte en los contratos de futuros y una mayor demanda de dólar linked. El economista advierte que la indefinición no es positiva si se busca calmar la incertidumbre entre los inversores.
El contexto del dólar futuro
Respecto a la salida del cepo cambiario, Bulat menciona que el Gobierno espera un flujo de capitales que permita una apreciación del tipo de cambio a medida que ingresen más dólares. Sin embargo, actualmente las inversiones son sectoriales y puntuales, y apunta a que 2026 podría ser el año donde se observe un ingreso de divisas más significativo.
Durante una reciente conferencia, Bulat destacó que el BCRA enfrenta un desafío, con reservas negativas de aproximadamente u$s7.500 millones. Esto, en un contexto donde el tipo de cambio se ha apreciado, ha generado la percepción en el mercado de que el dólar actual es accesible. Bulat sugiere que, si bien algunos pueden ver esto como un buen momento para dolarizar, la falta de confirmación sobre el futuro del crawling peg ha impactado en la demanda de instrumentos como el dólar futuro y dólar linked.
Política cambiaria y expectativas del mercado
Sobre la política cambiaria, Bulat menciona que, para acumular reservas, el actual esquema está perdiendo efectividad. En este sentido, marzo ha mostrado un comportamiento negativo en la compra y venta de dólares. A pesar de que la cosecha gruesa de abril podría ofrecer algo de respiro, el economista considera que lo más normal sería adoptar un régimen de flotación, aunque reconoce las dificultades que Argentina enfrenta para implementar tal medida.
En cuanto a la comunicación del equipo económico, Bulat sostiene que el mercado demanda definiciones claras sobre el monto y la estrategia de salida del cepo. La incertidumbre actual no tranquiliza a los inversores, quienes prefieren claridad sobre el futuro económico del país.
Impacto de la composición del Congreso en el mercado
Al hablar sobre la nueva composición del Congreso y su impacto en el mercado, Bulat destaca que los inversores extranjeros están atentos a estas dinámicas. La composición legislativa se interpreta como un indicativo del respaldo social a la gestión del Gobierno, lo que es relevante para decisiones de inversión a largo plazo.
En relación a las inversiones extranjeras, Bulat señala que los fondos están evaluando constantemente las condiciones económicas y políticas antes de comprometer capital. La existencia de controles de capitales y un alto riesgo país dificultan la entrada de inversiones significativas, pero la eliminación del cepo podría facilitar un flujo de capitales más robusto.
Perspectivas para el sector exportador en 2025
En cuanto al futuro, Bulat considera que 2025 podría marcar el inicio de un periodo más favorable para las exportaciones. No obstante, algunas proyecciones indican que la entrada de divisas se verá con mayor fuerza en 2026. Destaca que la industria energética, especialmente en Vaca Muerta, está avanzando y podría contribuir significativamente a la economía argentina, independientemente de la inversión extranjera directa.
En resumen, Santiago Bulat proporciona un análisis crítico del actual esquema cambiario y sus implicaciones para la economía argentina, subrayando la importancia de contar con un enfoque claro y decisiones bien fundamentadas para asegurar la estabilidad y el crecimiento a largo plazo.
