Paula Sánchez: El humor para hablar de lo terrible
En clave de clown y con humor, la obra Tercer Cordón del Conurbano, una tragedia marrón, presentada por la Compañía Payasos del Matute, reflexiona sobre el odio de clase a través de una adaptación de Bodas de Sangre de Federico García Lorca, ubicada en el conurbano bonaerense durante la crisis de 2001. Como dice Lorca, el de al lado no era nuestro enemigo, expresa Paula Sánchez, quien dirige la obra.

Un enfoque contemporáneo
La obra se está presentando los viernes en Espacio Pompas, Av. Brasil 2640, Parque Patricios, luego de una temporada exitosa en el Teatro Becket y una gira por Buenos Aires. En una conversación reciente, Sánchez compartió su visión sobre la obra y su conexión con la realidad social actual.
El origen de la adaptación
Queríamos trabajar con Bodas de Sangre, y al explorar el texto, nos percatamos de que plantea preguntas esenciales sobre el discurso de odio entre clases. Este discurso se ha enraizado tanto que, a pesar de las similitudes entre las clases media y baja, existe un desprecio marcado por parte de la clase media hacia la clase baja, explica Sánchez. A través de esta adaptación, la compañía busca abordar las tensiones sociales que persisten en el contexto actual.
Reflejos del pasado y presente
Sobre la elección de situar la obra en 2001, Sánchez comenta: Inicialmente, pensamos que era un buen momento, ya que representaba una batalla de clases donde quienes tienen pocos recursos son despreciados por aquellos que tienen un poco más. El enemigo se vuelve invisible en esta guerra de clases. Esta perspectiva invita a la reflexión sobre las dinámicas sociales que se repiten a lo largo del tiempo.
La representación del Conurbano
El Conurbano tiene una mística que abarca desde lo pintoresco hasta lo terrible, dice Sánchez. En la obra, se cuestiona la percepción romántica del Conurbano, mostrando que la violencia no proviene de sus habitantes, sino de la clase media de la Capital Federal. Las políticas económicas afectan a todos y castigan desproporcionadamente a quienes menos tienen, añade.
Humor como herramienta artística
Elegimos el humor y el clown como herramientas para abordar temas difíciles. El giro dramático impacta en el público, llevándolos de la risa a la emoción, afirma Sánchez. El humor se convierte en un medio para discutir lo terrible de manera más amable, una función esencial del arte.
Conexión con el público
La directora concluye que el éxito de la obra radica en la conexión con el público: Nosotros reímos juntos, lloramos juntos, y el espectador se convierte en cómplice. Las obras, aunque lamentablemente actuales, invitan a replantear nuestra situación y a construir nuevas preguntas en conjunto. Esta interacción refleja la importancia de la empatía en el arte y su capacidad para generar reflexión en tiempos difíciles.