Industria: en enero el uso de la capacidad instalada llegó al 55%
La industria manufacturera utilizó solo el 55% de su capacidad instalada en enero, un nivel apenas superior al 54,6% registrado en el mismo mes del año anterior, cuando la economía comenzaba a sentir los efectos de la devaluación. Este porcentaje refleja una situación preocupante, ya que se trata del segundo peor enero desde que el INDEC comenzó a registrar datos en 2016.

Impacto de la recesión en la industria
A pesar de haber superado el piso de su recesión, la recuperación del sector parece estancarse. La heterogeneidad entre los distintos rubros industriales sigue siendo notable, lo que complica la situación general. La utilización de la capacidad instalada se mantiene por debajo del 60%, lo que indica que las empresas aún enfrentan dificultades significativas.
Causas del estancamiento
Pamela Morales, economista de Econviews, ha señalado que diversos factores de la política económica están afectando de manera desigual a las industrias. Mientras que el crecimiento del crédito al sector privado puede facilitar inversiones en maquinaria y aumentar la producción, la apertura comercial genera ambigüedad. Por un lado, beneficia a sectores que requieren insumos, como la industria automotriz, pero perjudica a aquellos que enfrentan competencia directa, como el sector textil.
Desempeño sectorial
Según el INDEC, algunos sectores han mostrado niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al promedio general. Entre ellos se encuentran la refinación del petróleo (84,6%), papel y cartón (67,3%) y productos alimenticios y bebidas (61,0%). En contraste, sectores como la industria automotriz (34,8%) y productos textiles (33,9%) están por debajo del nivel general.
Las principales incidencias positivas en comparación con enero de 2024 se observaron en la elaboración de sustancias y productos químicos, así como en productos alimenticios, impulsados por mayores niveles de producción. Sin embargo, las industrias metálicas básicas enfrentaron una caída significativa, con una reducción de más del 25% en la producción de acero interanual.