Finalmente, Estados Unidos ha dado marcha atrás con su anuncio de duplicar los aranceles al acero y el aluminio provenientes de Canadá. Esta decisión fue confirmada por el asesor comercial presidencial, Peter Navarro, horas después de que el propio Donald Trump había indicado que se implementaría el aumento, pasando del 25% al 50%.
El Contexto de la Medida
El presidente estadounidense había declarado en su plataforma Truth Social que había instruido a su secretario de Comercio para llevar a cabo esta medida, refiriéndose a Canadá como una de las naciones con los aranceles más altos en cualquier parte del mundo. Sin embargo, la reversión de esta medida añade un nuevo capítulo a la tensa guerra comercial entre ambos países, que ha mantenido a los mercados internacionales en un estado de incertidumbre.
Reacciones y Consecuencias
Trump, en su anuncio, afirmó que la única solución viable sería que Canadá se convirtiera en el Quincuagésimo Primer Estado de Estados Unidos, sugiriendo que, si esto ocurriera, todos los aranceles desaparecerían por completo. Esta propuesta ha generado críticas y es objeto de debate en ambos lados de la frontera.
El primer ministro canadiense entrante, Mark Carney, había indicado previamente que su gobierno mantendría los aranceles hasta que Estados Unidos mostrara un respeto adecuado y asumiera compromisos creíbles en torno al comercio libre y justo. La decisión de Trump de revocar el aumento de aranceles se produce en un momento en que Canadá había decidido imponer un gravamen del 25% a la electricidad que envía a Estados Unidos.
Un Futuro Incierto
La guerra comercial entre Estados Unidos y Canadá sigue siendo incierta. Tras la marcha atrás del gobierno estadounidense, ahora queda por ver si Canadá decidirá hacer lo mismo respecto a los aranceles sobre la electricidad. La situación continúa evolucionando y es posible que se presenten nuevas tensiones en el futuro.
Esta serie de decisiones y reacciones resalta la complejidad de las relaciones comerciales entre los dos países, que comparten un acuerdo de libre comercio con México. La evolución de esta situación será crucial no solo para las economías de ambos países, sino también para el equilibrio del comercio internacional en general.
