El valor del dólar para 2026 según un gurú financiero

El analista financiero Salvador Di Stefano compartió su visión sobre la economía argentina, anticipando que desde el 2026, el país entrará en una fase más previsible. Su enfoque se centra en la estabilidad cambiaria, la inversión privada y nuevas fuentes de crecimiento que podrían cambiar radicalmente el panorama económico.

Según Di Stefano, la economía se liberará de lo que él llama la “maldición de los años pares”. Este término se refiere a un patrón donde el aumento del gasto público en años electorales suele ir acompañado de una desaceleración económica posterior. Este cambio se debería, en parte, a la ausencia de elecciones nacionales y al fortalecimiento del actual programa económico. Esto generaría un clima más propicio para que la inversión privada, el crédito y la llegada de capitales aumenten, especialmente a través del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).

Dólar y bandas cambiarias: la proyección para 2026

Di Stefano también habló sobre el tipo de cambio. Su pronóstico es que el dólar no debería ser motivo de preocupación durante el próximo año. Basado en sus cálculos, que consideran el ajuste de las bandas cambiarias por inflación y las proyecciones del Banco Central, estima que para mediados de 2026, el techo del dólar podría rondar los $1.730. Esta cifra se basa en un análisis realizado en Radio El Observador, donde explicó que, incluso con métodos anteriores, la variación sería poco significativa, lo que refuerza su idea de una estabilidad relativa.

En este sentido, el economista cuestiona la idea de utilizar el dólar como vehículo de ahorro, señalando que su comportamiento reciente muestra poca variación real frente a la inflación y otros activos.

Los pilares que podrían sostener el crecimiento

Además del ámbito cambiario, Di Stefano identificó dos grandes motores que podrían impulsar la actividad económica en 2026. El primero es el sector agroindustrial, que proyecta alcanzar una cosecha récord cercana a las 150 millones de toneladas. Este incremento se debiera principalmente al aumento en la producción de trigo y maíz, lo que permitiría un mayor ingreso de divisas al país.

El segundo motor es el sector energético, con especial atención en Vaca Muerta. Di Stefano considera que la ampliación de la infraestructura de transporte, especialmente de oleoductos, permitirá un aumento significativo en las exportaciones de petróleo y gas, lo que impactará favorablemente en la balanza externa.

Expectativas hacia el cierre del año

Por último, el analista destacó la importancia de ciertas definiciones que podrían reforzar las expectativas del mercado antes de fin de año. Entre ellas, mencionó la aprobación del Presupuesto 2026, algunas modificaciones en el sistema impositivo para aliviar la carga tributaria, la confirmación de financiamiento internacional a través de un repo, y los avances en acuerdos comerciales estratégicos con Estados Unidos.

Con estos elementos, Di Stefano vislumbra un escenario de mayor estabilidad en los próximos meses, lo que podría llevar al país hacia un 2026 marcado por el crecimiento, menor volatilidad cambiaria y un rol más activo del sector privado en la recuperación económica.

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