Trump denuncia que Maduro quitó derechos petroleros a EEUU
La tensión entre Estados Unidos y Venezuela sigue aumentando, y las palabras de Donald Trump resuenan con cada vez más fuerza. El presidente estadounidense ha dejado claro que su intención de recuperar el petróleo venezolano está sobre la mesa, lo que genera un clima de incertidumbre y preocupación en la región. Su decisión de implementar un bloqueo total a los buques petroleros que operan en el país sudamericano marca un nuevo capítulo en esta historia.
El pasado martes, Trump no solo intensificó su discurso, sino que además advirtió sobre las consecuencias de la situación actual. En una ceremonia en la base aérea de Dover, Delaware, habló sobre la pérdida de derechos sobre el petróleo venezolano. “Queremos que vuelva nuestro petróleo”, aseguró, en medio de un acto solemne donde se rindió homenaje a tres ciudadanos estadounidenses fallecidos en Siria.
En su mensaje, Trump enfatizó que Venezuela había expulsado a las empresas petroleras estadounidenses. “Nos quitaron nuestras propiedades de manera ilegal,” recalcó. Este tipo de comentarios reflejan su visión de que la situación en Venezuela no es solo una cuestión de política, sino también un tema de recuperación de lo que considera “activos energéticos” que le pertenecen a Estados Unidos.
Bajo esta lógica, la administración de Trump no ve la salida de las petroleras estadounidenses como un acto de soberanía venezolana, sino como una expulsión que debe ser revertida. Para él, el objetivo es claro: “Recuperar tierras y derechos petroleros”.
El bloqueo que anunció es parte de lo que Washington califica como “la operación naval más grande en la historia de Sudamérica”. Trump ha mencionado en sus redes que el régimen de Maduro ha robado al país más que solo petróleo, señalando que se está financiando por acciones como el narcotráfico y otros delitos graves.
Esta caracterización ha llevado a que Venezuela sea considerada “una organización terrorista extranjera”, lo que justifica la militarización en el Caribe. El presidente no se ha contenido en sus declaraciones, afirmando que no tolerará que países o regímenes hostiles se apoderen del petróleo y otros recursos estadounidenses.
Además, Trump ha vinculado esta crisis con la problemática migratoria. Asegura que los “inmigrantes ilegales” enviados por el gobierno de Maduro a Estados Unidos están siendo deportados rápidamente, poniendo énfasis en la conexión entre la situación económica y la migración.
En resumen, Trump ha dado un aviso contundente: su administración no cesará hasta que se devuelvan los activos que considera robados. La “Operación Lanza Sur” busca erradicar la amenaza de los narcoterroristas, y la tensa relación con Venezuela es un elemento clave en esta estrategia.