De 1 dólar por hora a un imperio global: quién es Michael Fux

Michael Fux es el tipo de persona que demuestra que con esfuerzo y visión se puede cambiar completamente tu vida. Su historia es un claro ejemplo de cómo se puede llegar a acumular una fortuna, incluso partiendo de un trabajo modesto.

Desde un inicio ajetreado, Fux comenzó su camino en Newark, Estados Unidos, a los 15 años, tras emigrar de Cuba. Sin hablar inglés y con ganas de ayudar a su familia, se encontró trabajando en una estación de servicio, ganando solo un dólar por hora. Esa experiencia le dio el impulso necesario para construir su futuro.

El verdadero cambio llegó en los años 90, cuando decidió adentrarse en la industria de la ropa de cama. Ahí fue donde Fux vio una oportunidad: fundó Sleep Innovations, un negocio dedicado a la fabricación de colchones y almohadas de espuma viscoelástica. Su empeño y dedicación dieron frutos, y en 2005 logró vender la compañía por una suma millonaria.

Después de cumplir con una cláusula de no competencia, en 2011 el empresario regresó a su rubro con Comfort Revolution. En esta nueva aventura, se enfocó en crear productos de descanso de alta tecnología. Al año siguiente, se asoció con Sealy y estableció una planta de producción en Mississippi, lo que impulsó aún más su carrera.

Hablando de números, su patrimonio neto se estima en 450 millones de dólares. Esto es el resultado de su labor como fundador de empresas exitosas como Sleep Innovations y Comfort Revolution. Esta fortuna no solo le ha permitido vivir con comodidad, sino que también ha invertido en su gran pasión: los autos deportivos. En sus cinco garajes privados, se pueden encontrar alrededor de 160 vehículos de alta gama. Entre ellos, destacan modelos como el Rolls-Royce Phantom, el McLaren 12C Spider y un LaFerrari Aperta, limitado a solo 120 unidades.

La trayectoria de Fux no solo inspira a quienes aspiran a construir su propio camino, sino que también muestra que las adversidades pueden ser superadas con trabajo y determinación.

Botão Voltar ao topo