La rebaja de retenciones al campo podría autofinanciarse
El ministro Luis Caputo está buscando cada rincón fiscal que se pueda aprovechar para cumplir con la demanda de varios sectores económicos de bajar impuestos. Esta vez, aplicó una nueva reducción en los derechos de exportación del campo. Según cálculos de expertos, el impacto fiscal de esta decisión representaría el 0,08% del PBI.
En una charla organizada por la Fundación IEB, Caputo mencionó que el Gobierno está “retribuyendo parcialmente” lo que el sector agrícola ha aportado en los últimos años. Sin embargo, no dejó de lado que “todavía hay un camino largo” para eliminar por completo estos impuestos.
Además, destacó que en la medida en que haya espacio fiscal, seguirán trabajando en bajar impuestos que “molestan”. En este sentido, señaló que el impuesto al cheque y los Ingresos Brutos son particularmente problemáticos. Prometió que “creciendo al 6% por año, la mayoría de estos impuestos se van”.
Cuánto cuesta la reducción
De acuerdo con el Instituto Argentino de Análisis Fiscal, el costo fiscal de la mayor recaudación del Impuesto a las Ganancias para el país sería alrededor del 0,08% del PBI. Esto se traduce en que, al bajar los impuestos, las empresas obtienen más rentabilidad, lo cual se ve reflejado en sus contribuciones fiscales.
El Gobierno ha anunciado que se reducirá la alícuota de derechos de exportación para el sector agrícola. Algunos cambios son los siguientes:
- Soja: de 26% a 24%
- Subproductos de soja: de 24,5% a 22,5%
- Trigo y cebada: de 9,5% a 7,5%
- Maíz y sorgo: de 9,5% a 8,5%
- Girasol: de 5,5% a 4,5%
Esta medida conlleva un costo fiscal directo de aproximadamente u$s 570 millones, pero el informe del IARAF señala que, al considerar el posible aumento en la recaudación del Impuesto a las Ganancias, el costo fiscal se reduce a u$s 520 millones, que equivalen a $704.600 millones y al 0,08% del PBI. Además, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibirían u$s 66 millones gracias a la coparticipación de este incremento.
El análisis indica que si los productores responden positivamente al precio más alto y aumentan su producción, podrían generar ingresos adicionales a través de los derechos de exportación, siempre y cuando no se eliminen del todo. Dependiendo de la elasticidad de la oferta, se podrá evaluar en qué medida se recuperaría la recaudación por derechos de exportación. En el mejor de los casos, la producción extra podría compensar completamente la reducción de la alícuota.