impacto de los bonos actuales en el mercado financiero

El Gobierno argentino tiene planes de emitir deuda en dólares antes de que termine el año, lo que podría ser un paso importante para que el país regrese a los mercados internacionales en 2026. Los analistas y operadores ya están especulando sobre cómo podrían rendir tanto los nuevos bonos como los que ya están en circulación.

El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que se lanzará un nuevo bono con un plazo de casi cuatro años, que vencerá el 30 de noviembre de 2029. Este bono ofrecerá un cupón semestral del 6,5% y devolverá el 100% del capital al final del período. La liquidación está programada para el 12 de diciembre y esta emisión, que se pagará en dólares, busca cubrir el pago de capital de los bonos AL30 y AL29 que vencen el 9 de enero de 2029.

Volver al mercado de deuda después de casi ocho años es un gran paso. Ignacio Morales, director de Inversiones en Wise Capital, comentó que el 10 de diciembre se llevará a cabo la licitación de este nuevo bono del Tesoro. Es un movimiento clave para obtener las divisas necesarias, ya que hay más de u$s4.200 millones que se deben pagar en enero.

Con un enfoque en mantener costos financieros sostenibles, según el Gobierno, esta estrategia está orientada a renovar los vencimientos en dólares sin comprometer el balance del Banco Central. La idea es que las compras de divisas se traduzcan en una acumulación neta de reservas.

Cuánto rendirán los nuevos bonos soberanos

Aunque el cupón anunciado es del 6,5%, muchos especialistas creen que el rendimiento final será superior, ya que actualmente los bonos soberanos en monedas fuertes están rindiendo entre 10% y 11%.

Determinar cómo se fijará el precio del nuevo bono es complicado. Aunque se trata de un bono bajo ley local, se espera que el Tesoro intente colocar este bono utilizando la curva soberana bajo la ley de Nueva York. Para lograr una TIR (Tasa Interna de Rendimiento) del 10% en este caso, el bono tendría que cotizar por debajo de la par, alrededor de u$s89,5 por cada 100 de valor nominal. Este nivel implica una duración modificada que lo posiciona en el centro de la curva soberana, un lugar aún no testeado por el mercado.

Si el bono se fijara sobre la curva local, la tasa podría situarse cerca del 11,5%. Sin embargo, hay expectativas de que algún gran inversor internacional podría participar en este proceso.

Además, quienes tienen dólares atrapados por el control de capital antes de las elecciones podrían ver este nuevo bono como una oportunidad de arbitraje en un escenario de brecha cambiaria actual.

También se está considerando que esta emisión podría ser necesaria para obtener títulos que se usarían posteriormente en una posible operación de REPO con bancos internacionales. Aunque menos probable, no se descarta la participación de algún jugador del Sector Público en esta operación.

Qué pasará con los bonos actuales

A medida que se desarrolla este panorama, se espera que los bonos soberanos que ya cotizan en el mercado local experimenten un aumento de precio, lo que reduciría sus rendimientos.

Eric Ritondale, economista jefe en Puente, mencionó que dado que el nuevo bono se orienta a cubrir vencimientos de otros instrumentos, se anticipa una compresión de rendimientos en la curva soberana, con el equipo económico buscando colocar el nuevo bono con un rendimiento de un solo dígito.

Además, Caputo anunció que podría haber un anuncio adicional relacionado con los bonos Globales Ley Internacional, lo que podría reforzar esta tendencia.

Los analistas de Proficio Investment se mostraron optimistas y mantuvieron una calificación positiva sobre los títulos en moneda dura, ya que esperan una compresión adicional del riesgo país hasta alrededor de 500 puntos. Ellos destacan especialmente su interés en el bono AE38, que es el que más rezagado se encuentra dentro de la curva soberana.

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