Harry reevalúa su seguridad y podría regresar al Reino Unido
El príncipe Harry obtuvo una significativa victoria tras años de tensiones con el Gobierno británico y algunos sectores del Palacio de Buckingham. El RAVEC, el comité encargado de definir la seguridad de la familia real y de otras figuras importantes, ha iniciado una nueva evaluación completa de riesgos para el duque de Sussex. Esta medida había sido sistemáticamente desestimada desde que él dejó sus funciones como miembro activo de la realeza y se asentó en Estados Unidos.
Según informaciones oficiales, esta reevaluación comenzó hace más de un mes, con la participación activa del equipo de seguridad de Harry. Este giro en la situación se produjo después de que el príncipe decidiera escribirle directamente a la nueva ministra del Interior, Shabana Mahmood, pidiendo que se reconsiderara la política de seguridad que lo afectaba.
La revisión implica que la Junta de Gestión de Riesgos (RMB) recogerá información de la policía, el Gobierno y de quienes rodean al duque. Un informe final será presentado al RAVEC el próximo mes. Si la decisión es positiva, podría restablecerse la protección policial armada y automática, lo que facilitaría el regreso de Harry, Meghan y sus hijos a suelo británico.
Un giro político y familiar
La reevaluación también tiene un trasfondo interesante: la salud del rey Carlos III, quien está en tratamiento por cáncer, se deteriora progresivamente. Esto ha generado una necesidad tanto institucional como familiar de restablecer los lazos. El rey quiere ver a sus nietos, Lilibet y Archie, a quienes solo ha conocido una vez. Además, anhela mantener un encuentro con Harry para reparar una relación que se ha visto lastimada desde que los Sussex decidieron alejarse de la vida real.
La relación entre el rey y el príncipe Guillermo, heredero al trono, también es tensa, marcada por diferencias sobre el modelo de monarquía que desean implementar. Si bien la corte busca una Casa de Windsor unificada, los intentos de reconciliación entre los hermanos han estado hasta ahora estancados.
Una batalla legal frustrada
Harry había demandado al Gobierno británico tras perder la seguridad automática financiada con fondos públicos. En mayo, un tribunal falló en contra de él, argumentando que sus razones no eran suficientes legalmente. A pesar de esto, el duque sigue sosteniendo que esta decisión forma parte de un “arreglo del establishment” para castigar su decisión de abandonar el servicio real.
Antes de su salida, Harry era el tercer miembro más protegido de la familia real, solo detrás de la reina Isabel II y de la primera ministra. Su trayectoria militar aumenta el riesgo: luchó en Afganistán como piloto de helicópteros Apache, donde eliminó a 25 talibanes, según su libro “Spare”, y sobrevivió a un atentado en la base Bastion.
Sin embargo, la falta de protección oficial lo llevó a establecerse en Estados Unidos y a contraer su propia seguridad, lo que implica un costo anual significativo.
Las autoridades británicas han documentado serias amenazas hacia él, incluyendo conspiraciones para asesinarlo y amenazas a su vida. En su hogar de Montecito, California, hubo 14 intentos de intrusión, a pesar de los protocolos de seguridad implementados.
Harry argumentó en los tribunales que, al negar la reevaluación, el Gobierno había incumplido sus propias reglas y lo había puesto en una situación de riesgo desproporcionada. La justicia reconoció que un nuevo análisis podría reafirmar el nivel de amenaza que él enfrentaba desde 2019.
Desde su salida formal de la realeza, Harry debe avisar con 30 días de antelación antes de viajar al Reino Unido para que las autoridades evalúen su caso. Esto resultó en una protección muy limitada o inexistente, con un único oficial no armado para su custodia, una situación calificada como “insuficiente” por fuentes policiales.
Una resolución favorable del RAVEC permitiría restablecer escoltas armadas, protección urbana y movilidad segura, evitando problemas como los que sufrió en su última visita a Londres, donde llegó tarde a varios eventos por falta de planificación y custodia adecuada.