Qué es y cómo opera el banco de horas
La charla sobre la reforma laboral ha vuelto a cobrar fuerza en el Congreso, y no es para menos. En un momento en que diferentes sectores políticos y sindicales están tratando de entender el impacto que podría tener este conjunto de cambios, el Gobierno se mantiene firme al afirmar que busca dar mayor previsibilidad y reducir la conflictividad judicial. Sin embargo, las organizaciones sindicales están encendiendo las alarmas, preocupadas por posibles retrocesos en derechos laborales.
Uno de los puntos que más ha generado debate es el banco de horas. Este sistema propone una reorganización de la jornada laboral sin modificar explícitamente el límite semanal. ¿La idea? “Correr” horas de un día a otro. No es algo completamente nuevo, ya que lo han utilizado en convenios de actividades con alta estacionalidad, pero ahora se plantea más ampliamente y con un respaldo legal.
Los detalles del proyecto de Ley de Modernización Laboral indican que este modelo permitiría a empleadores y trabajadores acordar compensaciones por horas extras, siempre que se respeten los descansos mínimos y se formalice el acuerdo por escrito. Sin embargo, expertos advierten que la aplicación real dependerá de lo que se estipule en cada convenio y del equilibrio de poder entre las partes.
¿Qué propone el Gobierno con el banco de horas?
Según el proyecto, el banco de horas funcionaría como una forma de compensar horas extraordinarias con tiempo libre en el futuro, en vez de pagarlas como adicionales. Esto implicaría que un día con más trabajo se podría compensar con otro de menos intensidad, manteniendo el total de horas laboradas según lo que la ley o el convenio indica.
El artículo 197 bis establece que este sistema debe ser voluntario y acordado entre empleador y trabajador, o mediante representación sindical. Un aspecto clave es que el acuerdo sea formal y que haya un sistema de control, ya sea digital o manual, para que ambas partes vean cuántas horas se han acumulado y las que quedan disponibles.
Además, la reforma también exige que se respeten los descansos legales: 12 horas entre jornada y jornada y 35 horas semanales, con el objetivo de evitar que el banco de horas genere sobrecargas que lleguen a la justicia laboral.
Cómo cambiaría la organización del trabajo
En la vida diaria, el banco de horas podría transformar la dinámica en sectores donde la demanda varía, como el comercio, el turismo o la logística. En estos rubros, los picos de actividad suelen generar horas extras que hoy se compensan de manera informal o con recargos. Con este nuevo formato, esa compensación se regularía y registraría, brindando mayor claridad para todos.
Imagina una cadena de supermercados que necesita más personal durante los fines de semana largos. Con el banco de horas, los empleados podrían acumular esas horas adicionales y tomarse francos compensatorios más adelante, siempre que haya un acuerdo escrito.
Lo que dice el borrador del proyecto de la Reforma Laboral
El Brief de Modernización Laboral refuerza la idea de que el banco de horas busca “adaptar las jornadas a las dinámicas productivas”, con la intención de disminuir costos. Sin embargo, también aclara que este sistema solo funcionará si se garantiza la protección del trabajador.
El proyecto señala que los convenios colectivos también podrán establecer límites adicionales, como:
- Cantidad de horas a compensar por mes o por trimestre.
- Modalidad de aviso previo.
- Plazos para utilizar las horas acumuladas.
- Restricciones según la actividad o categoría.
Con todo esto, el objetivo es buscar un equilibrio que beneficie a todos los involucrados, manteniendo la flexibilidad sin dejar de lado los derechos laborales.