Wall Street ajusta expectativas por nuevo dato de inflación en EE.UU.
Los últimos datos de la economía estadounidense nos dejaron con un panorama algo mixto. En septiembre, notamos una ligera desaceleración en el consumo que muestra que el gasto de los consumidores, clave para el crecimiento económico, se está moderando. A pesar de esto, la inflación se mantuvo cerca del 3% anual, distanciada de la meta del 2% que maneja la Reserva Federal (Fed). Aunque esto no detiene las expectativas de un nuevo recorte de tasas la próxima semana, sí hace que muchos piensen que ajustes futuros serán menos frecuentes.
En detalle, el gasto del consumidor —que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos— tuvo un incremento del 0,3% en septiembre. Esta cifra sigue a una revisión a la baja de 0,5% en agosto, lo cual indica que la economía está perdiendo un poco de ímpetu al final del tercer trimestre.
Un informe reciente, que tuvo un retraso de casi 43 días debido a un cierre gubernamental significativo, nos muestra datos relevantes. La inflación anual, medida a través del Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE), mostró un aumento mensual del 0,3%, manteniéndose dentro de lo que el mercado esperaba y similar al mes anterior. Esto tiene un impacto importante en la economía, ya que el PCE es el indicador preferido por la Fed.
Si miramos la inflación interanual, se registró un 2,8%, un leve aumento de 0,1 puntos respecto a agosto. Por otro lado, la medición núcleo del PCE, que excluye precios más volátiles, también se mantuvo en 2,8%, justo por debajo de la estimativa del 2,9%.
La expectativa de la inflación sobre los hogares
Los elevados aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump a bienes importados han contribuido a elevar los precios al consumidor, aunque ese impacto ha sido progresivo. Hay cierta incertidumbre entre los expertos sobre cuánto tiempo permanecerán estos efectos en la economía.
Según una encuesta de la Universidad de Michigan, a comienzos de diciembre, la percepción de las familias sobre la inflación para el próximo año era “en general sombría”, ya que los consumidores siguen sintiendo el peso de los altos precios. Aun así, se registró un promedio de 4,1%, un descenso respecto al 4,5% del sondeo anterior.
Recorte descontado en diciembre, pero no en enero
De cara a la próxima reunión de la Fed, programada para el 9 y 10 de diciembre, hay un consenso entre los analistas que anticipa una nueva reducción de 15 puntos básicos en la tasa de interés, llevándola a un rango de 3,5%-3,75%. Las probabilidades de que esto ocurra son bastante altas, alrededor del 87% según las estimaciones.
Sin embargo, la visión a futuro es diferente. Para la reunión de enero, el 65,8% de los analistas considera que las tasas se mantendrán en los niveles actuales. La razón detrás de esto es que la Fed debe equilibrar dos objetivos: reducir la inflación al 2% anual, lo que generalmente implica subir las tasas, y mantener el desempleo por debajo del 4,5%, un punto en el que actualmente se encuentra en 4,4%. Este dilema hace que sus decisiones se vuelvan aún más complejas.