La OCDE prevé menor crecimiento e inflación en Argentina 2023-2026
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha ajustado sus proyecciones respecto al crecimiento e inflación en Argentina para el año en curso y para el 2026. Este organismo ha hecho hincapié en las presiones sobre el tipo de cambio y en las “vulnerabilidades macroeconómicas persistentes” que enfrenta el país.
El crecimiento proyectado por la OCDE para 2025 se recortó del 4,5% al 4,2%. En lo que respecta a la inflación, la nueva estimación señala una variación del 41,7%, frente al 39,8% que se había anticipado en septiembre.
Para el 2026, las perspectivas han empeorado incluso más. Ahora se estima que la economía crecerá un 3%, en lugar del 4,3% que se esperaba anteriormente. Además, la proyección de inflación pasó del 16,5% al 17,6%, impulsada por la posibilidad de una aceleración de los precios.
A pesar de esto, el Gobierno argentino tiene planes más optimistas para el Presupuesto 2026, proyectando un aumento del producto bruto interno (PBI) del 5% y una inflación del 10%.
La OCDE también ha señalado que el crecimiento en 2026 debería ser impulsado por la inversión y las exportaciones, en un contexto que podría resultar más favorable para las empresas, gracias a regulaciones menos onerosas y un sector energético y minero en desarrollo.
Sin embargo, los analistas advirtieron que este ajuste se debe a un debilitamiento del crecimiento y a presiones sobre el tipo de cambio, que reflejan las vulnerabilidades macroeconómicas y una incertidumbre política.
En este marco, subrayaron que una adecuada moderación del gasto público y un aumento en la recaudación fiscal han mejorado los resultados fiscales, aunque será necesario implementar más reformas para asegurar el equilibrio fiscal y estimular el crecimiento.
Por último, se destacó que la política monetaria debe continuar siendo restrictiva si se busca reducir la inflación de manera duradera. Aun así, se anticipa que la volatilidad del peso continúe debido a la incertidumbre política, aunque parece que el impacto de la depreciación sobre la inflación ha comenzado a debilitarse. Los expertos alertan que, con reservas de divisas ajustadas y una inflación aún alta, podrían surgir episodios de volatilidad en el futuro.