Detienen a dos exmonjas por vender obras de la Iglesia
Dos monjas españolas han causado revuelo al ser detenidas por supuestamente vender obras que pertenecen a la Iglesia. Este episodio tiene su raíz en un hecho bastante peculiar: en 2024, estas religiosas se declararon en rebeldía contra el Vaticano, llamando “usurpador” al entonces papa Francisco, lo que resultó en su excomunión.
Poco después de su arresto, un juzgado decidió dejarlas en libertad provisional. También quedó en la misma situación un anticuario que se investiga por haber recibido las obras supuestamente robadas. Todo esto nos lleva a pensar en la complejidad de la situación, ¿verdad?
¿De qué se las acusa?
Estas monjas forman parte de un grupo de religiosas excomulgadas después de ponerse en contra del Vaticano. La historia comenzó en mayo de 2024, cuando las hermanas del convento de Santa Clara, un lugar con historia en un pequeño pueblo de solo 1.800 habitantes, decidieron romper con la Iglesia y acusaron al papa Francisco de ser un “usurpador”.
A pesar de que la justicia les ordenó abandonar el convento en agosto a petición de la Iglesia Católica, las religiosas aún ocupan el lugar. La abadesa del convento, Laura García de Viedma, y su compañera enfrentan serias acusaciones. Se les señala por un presunto delito de receptación y apropiación indebida agravada. Esto implica que, supuestamente, habrían participado en la venta, extracción y transmisión de bienes catalogados como patrimonio histórico.
La situación presenta un desafío no solo espiritual, sino también legal y social. Es un acontecimiento que invita a reflexionar sobre la relación entre la fe, la institucionalidad y cómo los actos de unos pocos pueden resonar en comunidades enteras.