avances del proyecto impulsado por el Ejecutivo

Desde comienzos de noviembre, el Gobierno argentino ha tomado la decisión de acelerar las reformas laborales. Todo esto se enmarca en el trabajo del Consejo de Mayo, un espacio creado para buscar consensos sobre cambios estructurales en nuestra normativa laboral. En su última reunión, se acordó que el documento final se presente el 9 de diciembre. La intención es que este paquete, que incluye propuestas sobre la reforma laboral, llegue a las sesiones extraordinarias del Congreso.

A medida que la fecha se acerca, circulan borradores que exponen algunas de las modificaciones que el Ejecutivo está considerando. Uno de los puntos destacados es el artículo sobre vacaciones. Se ha mencionado una propuesta que, entre otras cosas, buscaría que el empleador otorgue las vacaciones dentro de un período que va del 1° de octubre al 30 de abril del año siguiente. Sin embargo, esto podría variar según el acuerdo sectorial.

Otro cambio en el horizonte sería la posibilidad de fragmentar el descanso anual. Esto significaría que los trabajadores podrían tomar vacaciones en partes, siempre y cuando cada tramo tenga un mínimo de una semana. Además, se propondría que la fecha de inicio del período vacacional se notifique por escrito con al menos 45 días de antelación, aunque las convenciones colectivas podrían establecer otras normativas.

Reforma laboral: qué cambios impulsa el Gobierno

El borrador de la reforma laboral también contempla otros aspectos importantes, como el registro laboral, la jornada laboral, licencias por enfermedad, beneficios sociales, indemnizaciones y regulación del trabajo en actividades esenciales. Sin embargo, el texto final aún está en proceso y, a tan poco tiempo de la reunión, ninguno de los consejeros ha recibido el documento completo.

El capítulo correspondiente a la reforma laboral se espera que se presente en el Congreso como varias leyes. Este incluye temas como la ultraactividad de los convenios, la relación entre convenios, cargas fiscales, derechos colectivos y de trabajo individual, así como la democracia sindical.

A pesar de las intenciones del Gobierno de que este paquete se apruebe rápidamente, ya se vislumbran las tensiones con los sindicatos. Tras la última reunión del Consejo de Mayo, Gerardo Martínez, secretario general de UOCRA, resaltó que “no hay consenso”. Los gremios alegan no tener acceso al texto completo del proyecto y critican la falta de diálogo real con el Ejecutivo.

La incertidumbre sobre los detalles, sumada a las demandas de los trabajadores, ha generado un clima de creciente tensión. No se descarta que, si el proyecto se aprueba sin un acuerdo previo, los sindicatos opten por movilizaciones o incluso paros. Esto ha generado preocupación en el Gobierno, que quiere avanzar sin demoras.

La situación actual marca un choque entre la urgencia del Ejecutivo y la resistencia de los sindicatos. Mientras el Gobierno busca cerrar un acuerdo antes de fin de año, los sindicatos exigen una participación efectiva en el diseño del proyecto. El dilema es claro: optar por un nuevo modelo de regulación laboral o preservar garantías laborales esenciales para los trabajadores. Lo que suceda en las próximas semanas, especialmente con la presentación formal del proyecto, será determinante para ver si se logra un consenso o si genera un conflicto abierto entre el poder político, las empresas y los trabajadores.

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