Apuntó al líder del Estado Mayor de Hezbollah

Un ataque israelí contra Hezbollah ha sacudido un barrio de Beirut después de casi seis meses sin bombardeos. Este suceso ha generado preocupaciones en toda la región, especialmente con la inminente visita del papa León XIV al país.

El bombardeo, llevado a cabo el domingo en Haret Hreik, una zona densamente poblada del sur de Beirut, dejó una persona muerta y 21 heridas. Israel justificó el ataque asegurando que su objetivo era el jefe de personal de Hezbollah, advirtiendo al grupo que no revitalizara su capacidad bélica.

Las autoridades libanesas reportaron que no hubo alertas de evacuación antes del bombardeo, y la portavoz israelí, Shosh Bedrosian, afirmó que este líder militar es clave en el fortalecimiento de Hezbollah. Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, señaló que seguirán actuando firmemente para proteger a los ciudadanos del norte de Israel y al país en general.

Los bombardeos recientes reflejan la presión de Israel y de Estados Unidos sobre Hezbollah y su arsenal. Hezbollah, por su parte, recordó que esta agresión se produce casi un año después de un alto el fuego que puso fin a la última guerra. Su vicepresidente, Mahmoud Qamati, advirtió que este ataque podría desatar un ciclo de violencia en todo el Líbano.

El presidente libanés, Joseph Aoun, acusó a Israel de violar el acuerdo de alto el fuego. Hizo un llamado a la comunidad internacional para que intervenga de manera decidida y efectiva para detener los ataques que sufre el país. Testigos en la zona del bombardeo informaron sobre el humo saliendo de un edificio residencial, mientras los equipos de emergencia luchaban por controlar la situación.

En respuesta a las justificaciones israelíes, Ali Ammar, un parlamentario de Hezbollah, enfatizó que el área es civil y carece de presencia militar. Aparentemente, un dron israelí sobrevoló el área poco después del ataque.

En las semanas previas, la actividad de los bombardeos israelíes había aumentado en el sur de Líbano, mientras el gobierno libanés insistía en que Hezbollah no estaba reestructurando su capacidad armada. El primer ministro Nawaf Salam y su equipo mantienen la postura de desarmar a todos los actores no estatales, incluyendo a la organización chiita.

La guerra anterior, que inició el 8 de octubre de 2023, dejó más de 4.000 muertos en Líbano y 127 en Israel, generando una destrucción material que se estima en 11.000 millones de dólares. El martes pasado, otro ataque israelí en el campamento palestino de Ein el-Hilweh resultó en la muerte de 13 personas, siendo esta la situación más letal desde que se declaró el alto el fuego.

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