Buscan debilitar a la clase trabajadora
La reforma laboral en Argentina genera muchas preocupaciones, y el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Walter Correa, lo ha dejado bastante claro. Aunque el Gobierno aún no ha presentado el texto final del proyecto, Correa enfatiza que ya hay una flexibilización laboral evidente: hay 200 mil trabajadores sin empleo y una tasa de desocupación significativa en el Gran Buenos Aires. Mientras tanto, otros países, como México y Brasil, están reduciendo la jornada laboral. Acá, la ley de 1929 establece un máximo de 48 horas semanales, y se habla de jornadas de 12 o 13 horas diarias. Esto contradictorio cuando el mundo avanza hacia jornadas más cortas.
Flexibilidad laboral y derechos
Correa también toca un tema clave relacionado con los convenios colectivos. Se dice que estos están desactualizados, pero lo cierto es que han sido objeto de discusiones constantes a lo largo de los años. Los convenios no están congelados; han evolucionado con los tiempos. Además, se está trabajando en un proyecto de ley que reconocerá los derechos de los trabajadores de plataformas, algo que la actual administración parece pasar por alto.
Conflictos laborales y conciliación
En cuanto a los conflictos laborales, Correa menciona un proyecto del gobernador Kicillof para establecer una Instancia de Conciliación Laboral Obligatoria Prejudicial (ICLOP). El objetivo es resolver conflictos en el ámbito del Ministerio de Trabajo, evitando que terminen en la Justicia, donde hay actualmente 100 mil casos pendientes. Según él, es fundamental ofrecer respuestas ante las propuestas de recortes de derechos laborales.
El rol del peronismo y la CGT
Correa expresa su esperanza en que el peronismo y la CGT (Confederación General del Trabajo) estén a la altura de la situación. Recuerda que el movimiento peronista nació defendiendo los derechos de los trabajadores y que sigue siendo crucial en la lucha contra las políticas que buscan vuelta a un modelo de preperonismo. Se enfrenta así a una ola de precarización que busca debilitar los derechos laborales.
Derecho de huelga y paritarias
El ministro también aborda el tema del derecho a huelga, que podría verse restringido. Considera que cualquier intento de reglamentar la huelga y limitar asambleas laborales es un ataque directo a los derechos de los trabajadores. Las críticas se extienden a la idea de salarios dinámicos, que podrían desestabilizar las paritarias al promover convenios por empresa, fragmentando el modelo sindical.
Inversiones y empleo
Ante las afirmaciones de que la reforma atraerá inversiones, Correa argumenta que la historia demuestra lo contrario: los gobiernos que han promovido la flexibilización no han traído más empleo. Resalta que los gobiernos peronistas, con políticas inclusivas, lograron generar millones de puestos de trabajo sin necesidad de reducir derechos laborales.
Estrategias en la provincia
En la provincia, se enorgullecen de no haber despedido a ningún trabajador, a pesar de las dificultades financieras. Kicillof ha reafirmado su compromiso de defender los derechos laborales y resistir la precarización. La CGT, además, ha mostrado un fuerte rechazo a la precarización, siguiendo la línea del peronismo.
Reflexiones finales
Correa concluye que cualquier reforma debe estar orientada a mejorar las condiciones de trabajo y alegar los derechos de los trabajadores. Tiene claro que modernizar no debería significar sacrificar derechos ganados por los trabajadores a lo largo de los años.