Empresarios piden acelerar la baja de tasas ante aguinaldos

La baja del riesgo país ha sido un respiro para el Gobierno en cuestiones cambiarias, pero la verdad es que la situación en la economía real sigue siendo complicada. La caída en la actividad y las restricciones monetarias previas a las elecciones han golpeado fuerte tanto a las empresas como a la administración pública. La pregunta que flota en el aire es si este pequeño “veranito” financiero logrará traducirse en una reactivación económica.

Los sectores que más sufrieron muestran síntomas similares a los de la pandemia. En la industria, por ejemplo, las voces pidiendo una reducción de los costos de financiamiento se multiplican, ya que muchos temen por el pago del medio aguinaldo de diciembre. Las provincias y municipios están advirtiendo sobre sus dificultades para hacer frente a estos pagos.

Tal como se previó, la disminución del riesgo país ha generado una competencia entre grandes empresas y gobiernos locales por acceder a dólares. Esto ha permitido que una parte de ese dinero regrese al mercado local, aliviando algo la presión cambiaria que se vivía hacía un par de meses. Con esta mayor disponibilidad de divisas, el equipo económico ha soltado más pesos en circulación y ha comenzado a bajar las tasas de interés.

Aun así, desde el sector productivo piden que este proceso se profundice. Un referente de la Unión Industrial Argentina (UIA) comentó que “toda la economía sufrió un frenazo grande por la suba de tasas. Es crucial que arranque la reactivación y que las tasas bajen para que la actividad vuelva a fluir”. En este sentido, la inquietud es saber si el clima favorable que trajo el reciente triunfo electoral de La Libertad Avanza podrá traducirse en mejoras concretas para todos.

Las tasas y la necesidad de más financiamiento

El acceso al financiamiento sigue siendo un grito de guerra entre los productores. Tomás Karagozian, CEO de la textil TN & Platex, explicó que en Argentina, el acceso al crédito es mucho más limitado comparado con otros países como Brasil. “Si competís contra un país que tiene un acceso al crédito del 70% del PBI, se vuelve muy complicado”, señaló. Además, hizo hincapié en la necesidad de contar con préstamos a largo plazo a tasas razonables, subrayando que “las tasas actuales son imposibles de pagar”.

La sed de pesos y el aguinaldo

La tensión por los pesos aumentará a medida que se acerque fin de año. Las fiestas, las vacaciones y el aguinaldo generan una demanda extra de la moneda local. Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central, anunció que el organismo comprará dólares sin restar pesos de la circulación, siempre que la recuperación lo justifique: tal vez, ¿una luz al final del túnel?

Las tasas han comenzado a bajar, pero todavía permanecen en niveles elevados. Esto impacta fuertemente en las finanzas de distintas áreas. Algunos municipios bonaerenses han declarado la emergencia económica y otros tantos manifiestan en privado sus dificultades para afrontar los pagos de fin de año. Además, algunas provincias como Río Negro están buscando formas de cubrir sus compromisos, incluso emitiendo letras por entre $40.000 y $50.000 millones.

En el ámbito empresarial, la reducción en las ventas ha sido la principal causa del daño en las finanzas. En el caso de los estados locales, la recaudación también ha caído, y el gobierno central tiene deudas pendientes con las provincias, lo que agrava la situación.

Como respuesta habitual, algunos bancos públicos y privados ya lanzaron líneas de crédito de seis meses para financiar el pago de aguinaldos, pero las tasas son elevadas, rondando entre el 35% y el 50% anual. Frente a una inflación proyectada del 20,8%, esto plantea un desafío considerable.

De cara a 2024, la recuperación del crédito podría amortiguar el impacto de un ajuste en la actividad. Ahora, Javier Milei tiene que equilibrar la complicada relación entre dólar, tasas, inflación y actividad económica, un gran rompecabezas para resolver en los próximos años.

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