Cadena de comida rápida cerrará más de 200 sucursales por crisis
En los últimos meses, el panorama de la comida rápida en Estados Unidos ha cambiado bastante. Los costos operativos han subido, el alquiler de locales se ha vuelto una carga pesada y los insumos están más caros. Todo esto ha llevado a muchas cadenas a una situación complicada, e incluso algunas están al borde de la quiebra.
Ahora, en este contexto tan desafiante, hasta las marcas más queridas por el público están tomando decisiones difíciles. Un caso destacado es el de Wendy’s, que anunció el cierre de más de 200 sucursales en distintos puntos del país. La decisión refleja la necesidad de ajustar su modelo de negocio frente a la realidad del mercado.
Cierran cientos de locales de Wendy’s
La reestructuración de Wendy’s busca equilibrar sus finanzas luego de varias caídas en ventas. Se estima que los cierres afectarán tanto a las sucursales propias como a las franquicias. Estos cierres van a concentrarse en áreas donde los costos operativos son demasiado altos o donde la cantidad de clientes ha bajado considerablemente en los últimos años.
A más de esto, la empresa ha asegurado que mantendrá su presencia en los principales mercados internacionales. Además, tiene planes de seguir invirtiendo en modernizar sus locales que les están dando buenas rentas, prioritizando la experiencia digital y la sustentabilidad.
Los motivos detrás de esta decisión
Varias razones están detrás de esta decisión de cerrar locales. Por un lado, la inflación en los precios de los alimentos ha afectado de manera directa la rentabilidad. También se debe al aumento del salario mínimo en varios estados y a la baja rentabilidad de algunos puntos de venta. A esto hay que sumarle los altos costos de la energía y un cambio en las preferencias de consumo. Ahora los clientes tienden a optar por marcas que manejan estructuras más livianas o que se enfocan en la entrega a domicilio.
Wendy’s, que había tratado de ampliar su menú y modernizar su imagen recientemente, no logró revertir la caída en sus ingresos en ciertos mercados. Analistas opinan que estos cierres son parte de un proceso de adaptación más amplio en el sector, donde las cadenas deben reinventarse para poder sobrevivir en un entorno económico que no permite márgenes de ganancia como los de antes.