Tesla acelera la salida de proveedores chinos en la industria
Tesla avanza en una estrategia fundamental para su futuro: reducir la dependencia de componentes fabricados en China y aumentar su variedad de proveedores para sus plantas en Estados Unidos y Europa. Este movimiento, que ya viene de tiempo atrás, ha cobrado mayor impulso en los últimos meses. La compañía está evaluando proveedores de diferentes niveles, desde los más directos hasta aquellos que proveen insumos básicos, para garantizar nuevas fuentes de piezas y materiales.
Históricamente, China ha sido un pilar clave para la industria automotriz global. Tesla ha aproveitado al máximo esta red: en 2024, tenía más de 400 proveedores de nivel 1 asociados con su planta en Giga Shanghai, de los cuales alrededor de 60 también proporcionaban partes a sus fábricas en Berlín y Texas. Sin embargo, la situación geopolítica actual ha empezado a cambiar este panorama.
Los especialistas advierten que Tesla, bajo la dirección de Elon Musk, está preocupada por el impacto de posibles aranceles, la inestabilidad de precios y los problemas derivados de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Además, hay tensiones diplomáticas entre China y ciertos países europeos, como los Países Bajos, que afectan directamente al mercado de semiconductores para autos, lo que ha generado alertas en la Unión Europea.
Tesla no está sola en este ajuste. General Motors también ha comenzado a instar a sus proveedores a encontrar alternativas fuera de China para disminuir su dependencia de ese mercado. Aunque cambiar toda su cadena de suministro llevará tiempo, la tendencia es evidente: los fabricantes buscan reestructurar su modelo global para minimizar riesgos y asegurar un abastecimiento más estable.
Así, las grandes automotrices están adaptando sus estrategias. No solo es un cambio ante la incertidumbre, sino también una búsqueda constante de seguridad en un mercado que se mueve rápido.