Impacto significativo en la industria por venir
El gobierno de Axel Kicillof ya reaccionó al reciente acuerdo comercial y de inversión entre Argentina y Estados Unidos. El ministro de Producción, Augusto Costa, expresó su preocupación sobre las repercusiones que esto tendrá en la provincia. Según él, este tratado podría intensificar un modelo primarizador y extractivo, debilitando así la industria local y el desarrollo tecnológico argentino. Costa destacó que esto puede comprometer la capacidad del país de generar valor añadido y continuar con su tradición industrial.
En el acuerdo se estipulan compromisos claros, facilitando a Argentina el acceso preferencial a un amplio rango de productos estadounidenses. Esto incluye desde medicamentos y maquinaria hasta vehículos y bienes agroindustriales. Además, se busca fortalecer la cooperación en propiedad intelectual, algo que podría ayudar a combatir la falsificación y la piratería, especialmente en el ámbito digital.
El tratado también aborda la necesidad de trabajar juntos en minería y en la estabilización del comercio de soja, un tema clave para ambos países. Además, se menciona el comercio digital, reconocido por Estados Unidos como una jurisdicción apropiada para el manejo de datos transfronterizos, lo que podría acelerar muchos procesos en un campo donde la regulación a menudo se queda atrás.
La reacción del gobierno bonaerense al acuerdo con EEUU
Costa se detuvo a analizar más a fondo las implicaciones de este acuerdo con la administración de Trump. Señaló que tiene impactos significativos en Buenos Aires, aumentando la preocupación por una política que parece apuntar al ajuste y a la desindustrialización. Según él, es alarmante que lo que perfilan no sea más que una estrategia de subordinación, que entrega soberanía al decidir sobre la economía del país.
El ministro argumenta que las directrices traídas por Estados Unidos conducen a una relación comercial que podría perjudicar a Argentina, especialmente cuando competimos con ellos en diversos sectores de la economía. “Estamos ofreciendo acceso preferencial a productos industriales que amenazan a gran parte de nuestra industria; Buenos Aires representa el 50% de los bienes industriales en Argentina”, concluyó Costa.
La opinión de Carlos Bianco
Otro de los funcionarios que alzó la voz fue Carlos Bianco, Ministro de Gobierno. Él calificó este tratado como “el pacto económico-comercial más desigual y asimétrico” desde la firma del Pacto Roca-Runciman. Bianco enfatizó que se trata de una negociación realizada sin estudios de impacto, sin consulta a sectores productivos y sin participación del Congreso, describiendo esto como un proceso de diplomacia secreta que excluye a las partes interesadas.
También apuntó a la dinámica de control que tiene Washington sobre las decisiones internacionales del presidente argentino, sugiriendo que se les impide asistir a foros importantes, pero que se los envía a eventos en otros países. Finalizó su intervención resaltando que este tipo de tratados reducen, en el fondo, la soberanía argentina, limitando la capacidad del país para decidir su propio futuro.