negociación con cristina y martín menem en el horizonte
Luego de las elecciones, Karina Milei se lanzó de lleno a competir por más poder dentro del Gobierno. Al mismo tiempo, comenzó a negociar para ocupar las dos vacantes que hay en la Corte Suprema de Justicia, con la idea de usar la jefatura de los fiscales como moneda de cambio. Este movimiento contrasta con el intento fallido anterior que había sido planificado por Santiago Caputo, quien ahora es visto por la Secretaría General de la Presidencia como un obstáculo en las relaciones con el Poder Judicial.
En las últimas semanas, se han intensificado las conversaciones con Cristina Kirchner y varios gobernadores. El puente entre ambas partes es Juan Manuel Olmos, un peronista que tiene el respeto de Karina por la relación que construyeron durante la transición con el gobierno de Alberto Fernández. Se acordaron dos puntos clave: no habrá veto al candidato que elija cada parte, siempre y cuando cuenten con los votos necesarios, y ningún nominado puede haber sido parte de lo que Cristina considera “persecución judicial” en su contra.
El panorama está en constante cambio, revitalizando un acuerdo que había buscado establecerse entre abril y mayo antes del aluvión electoral. Mientras tanto, las charlas entre Caputo y Eduardo “Wado” de Pedro continúan, así como las del Ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena, que maneja asuntos judiciales para Cristina, con el viceministro Sebastián Amerio. Desde el 26 de octubre, la situación es diferente: la bancada del Frente Patria y la de La Libertad Avanza (LLA) no necesitan apoyo externo para alcanzar los dos tercios necesarios para aprobar un pliego desde el 10 de diciembre. Por esto, Karina decidió abrir canales de diálogo con la ex presidenta.
También está en juego quién logrará definir el poder interno para que Javier Milei envíe dos nuevos nombres al Senado. En las conversaciones informales, la ampliación del número de integrantes de la Corte no parece viable, pero sí se busca agilizar los plazos. Para lograr esto, sería crucial derogar el Decreto 222, firmado por Néstor Kirchner, para evitar el desgaste que sufrieron los nominados anteriormente en los procesos de audiencias públicas.
Nombres sobre la mesa
Karina espera que todo el paquete esté aprobado para fin de año o, a más tardar, en febrero próximo. Por este motivo, Mariano Cúneo Libarona decidió regresar a su puesto en el Ministerio de Justicia, tras anunciar su renuncia antes de las elecciones, para no ceder poder a Caputo.
Aunque algunos nombres pueden parecer insólitos, ocurren en el marco de un “acuerdo político” que hace unos meses sería impensable. En Casa Rosada se está cocinando un máximo Tribunal más político que nunca. Karina Milei tiene en mente a Martín Menem como un comodín para dos de los lugares más importantes. Eduardo “Lule” Menem también inicia conversaciones para tantear el escenario.
Desde el entorno de Karina no dudan en mencionarlo como uno de los postulantes bienvenidos, pero los kirchneristas juegan fuerte si eligen a un Menem del otro lado: Mena, el principal referente judicial de Cristina. Estos nombres surgieron en conversaciones discretas, donde ningún bando impugna al otro en su selección.
Si Karina decide optar por una jueza que tiene en mente, del lado kirchnerista se bajaría el perfil para no generar tensiones con alguien más moderado. Entre las opciones se encuentran María de los Ángeles Sacnun o Anabel Fernández Sagasti, ambas consideradas seguras y que no alterarían la composición del tribunal.
Procurador General para LLA
El kirchnerismo sostiene que la Procuración General debería ser para ellos, siempre marcando que aquellos involucrados en los casos judiciales que afectaron a Cristina no tienen chances de ser parte de esta negociación. Aquí, Karina ha insistido en el nombre de Menem para esa posición clave. Se entiende que el actual titular de la Cámara de Diputados podría manejar los expedientes que han comenzado su camino en Comodoro Py y que podrían representar una amenaza a futuro.
Además, representaría un reconocimiento si el riojano logra sacar adelante las votaciones clave que el Gobierno planea para las sesiones extraordinarias. Por su parte, Cristina sabe que La Casa Rosada intentará atraer a los gobernadores peronistas, por lo que está tomando la delantera.
Desde el entorno de Caputo, han resurgido nombres como el de María Ibarzabal Murphy, secretaria de Legal y Técnica, y el propio Sebastián Amerio como alternativa para la Procuración. Si expresáramos esto en emojis, desde el kirchnerismo pondrían un pulgar arriba.
Ruidos en los bloques
Pese a que la negociación avanza, los ruidos también pueden surgir desde dentro de cada bloque. Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero, se enteró de las conversaciones recientemente y expresó su descontento, reclamando un lugar para su esposa, la senadora Claudia Ledesma Abdala. El gobierno también ha intentado ofrecerle algo similar, como la Defensoría General de la Nación. Este cargo podría entrar en negociación, ya que su actual titular cumple 75 años en febrero.
Desde el lado de LLA, la situación no es sencilla. Preguntarse si Patricia Bullrich votaría por candidatos a jueces de este acuerdo sin exigir algo a cambio es crucial. Puede incluir la posibilidad de ampliar posteriormente el tribunal para incluir a disconformes. Karina se muestra confiada en que puede alinearla detrás de su estrategia.
Así también está Diego Santilli, cuyo rol como negociador con los gobernadores podría no limitarse solo a obras, dado el contexto de restricciones presupuestarias que propone Javier Milei. En la lista de prioridades, tiene encima 200 pliegos de jueces y fiscales federales que podrían ser utilizados como moneda de cambio tras dos años sin nombramientos.