qué fue de Damon Jones
Damon Jones tuvo una carrera espectacular en la NBA. Conocido por su puntería al hacer triples, logró acumular una fortuna. Durante su tiempo como jugador, firmó contratos multimillonarios, jugó al lado de grandes figuras y vivió la vida que muchos sueñan.
Pero, como suele pasar, esa etapa dorada no duró para siempre. Su historia se transformó en una serie de excesos y decisiones financieras cuestionables, que lo llevaron a vivir una caída drástica. A pesar de tener fama y éxito, terminó enfrentando dos quiebras que pusieron su patrimonio en jaque.
Cuando se habla de atletas que no cuidan sus finanzas, el caso de Jones resuena más de lo que uno podría imaginar. Lo que podía parecer un trayecto lleno de oportunidades terminó siendo una dura lección sobre la importancia de la gestión económica.
De ganar millones a perderlo todo
Damon inició su carrera en la NBA como un jugador que no fue seleccionado en el draft, pero con esfuerzo y dedicación logró hacerse un nombre. Su mejor temporada fue en 2004-05, cuando, jugando para el Miami Heat, se destacó como titular en 66 partidos y anotó 225 triples. Posteriormente, se unió a los Cleveland Cavaliers con un contrato de 16 millones de dólares por cuatro años. En total, su carrera le dejó unos 21,7 millones de dólares en salario.
Con esos ingresos, muchos esperaban que Damon viviera la buena vida o que hiciera inversiones inteligentes, pero eso no sucedió. En 2013, se declaró en quiebra, listando entre sus activos a su perro Yorkshire Terrier, valorado en un dólar. No pasó mucho tiempo antes de que, en 2015, se viera obligado a declararse en quiebra nuevamente, esta vez con deudas que llegaban hasta el millón de dólares.
La triste realidad del patrimonio de Jones
La caída fue tremenda. Según los reportes, tras haber ganado casi 22 millones, Damon terminó con un patrimonio neto de apenas 1.000 dólares. Entre sus deudas destacaba una cifra de 47.000 dólares con el casino Bellagio, producto de una “confesión de sentencia”.
Además, se vio envuelto en múltiples demandas por préstamos impagos, adeudos de alquiler en Houston y llegó incluso al punto de usar su anillo de campeón de la NBA como garantía en un préstamo que nunca pudo saldar. Su historia es un claro recordatorio de que tener grandes ingresos no siempre garantiza una estabilidad financiera a largo plazo.