Trump deberá reembolsar la ayuda alimentaria recortada
En medio de la incertidumbre que está viviendo Estados Unidos con el shutdown, se confirmó que la ayuda alimentaria del Estado no se recortará como se había anunciado. Durante el cierre más largo de la historia del país, esta decisión generó gran preocupación, ya que más de 20 millones de personas dependen de los cupones de alimentos del programa SNAP.
El juez federal de distrito, John J. McConnell Jr, tomó la decisión de obligar al gobierno de Donald Trump a financiar completamente los cupones de alimentos desde noviembre. Esto es un alivio para muchos estadounidenses que, de haber continuado con la reducción de ayuda, habrían enfrentado serias dificultades para acceder a alimentos.
La administración del gobierno había planeado reducir a la mitad el financiamiento del programa SNAP por las complicaciones del shutdown. Esta decisión impactaba a millones de personas que dependen de esta asistencia alimentaria, justo cuando más lo necesitaban.
Diferentes organizaciones sin fines de lucro se manifestaron, alegando que la ley debía cumplirse. La resolución del juez representa una buena noticia, ya que el programa es crucial para la red de seguridad social en EE. UU. Su costo asciende a más de 8.000 millones de dólares al mes a nivel nacional, reflejando su importancia para tantas familias.
El Departamento de Agricultura había anunciado anteriormente que no se pagarían beneficios en noviembre, lo que generó alarma y urgencia en bancos de alimentos y entre los casi 42 millones de beneficiarios del programa. La falta de pagos creó una situación complicada en la que estas personas buscaron maneras de garantizar su acceso a alimentos.
El juez McConnell dejó claro que quienes tomaron la decisión de financiar parcialmente el SNAP no consideraron las graves repercusiones que esto tendría. “Sabían que habría retrasos en el pago y no tomaron en cuenta los perjuicios que sufrirían las personas que dependen de esa ayuda,” manifestó.
El caos por el shutdown en EE. UU.
La polémica en torno a la financiación del SNAP se convirtió en un tema candente en el Congreso estadounidense, generando una serie de discusiones sobre la responsabilidad de los congresistas en relación al presupuesto para 2026. Con más de un mes de cierre, ahora la situación se complica aún más, ya que se corre el riesgo de interrumpir el funcionamiento de los vuelos, debido a que los pagos a controladores aéreos también se ven afectados.