El tifón Kalmaegi impacta Vietnam tras más de 100 muertos en Filipinas
El tifón Kalmaegi ha dejado su huella en Vietnam, donde su paso reciente provocó la cancelación de cientos de vuelos y mantuvo a miles de personas encerradas en sus casas. Este fenómeno se dio apenas dos días después de que causara estragos en Filipinas, donde se registraron al menos 114 muertes.
Según el servicio meteorológico vietnamita, Kalmaegi trajo consigo vientos de hasta 149 km/h, derribando árboles, arrancando techos y cortando líneas eléctricas. Al entrar en el centro del país, generó olas que alcanzaron los 10 metros, afectando zonas costeras amplias.
Para enfrentar la situación, el Gobierno de Vietnam decidió cerrar seis aeropuertos y evacuar a más de 260.000 personas de la provincia de Gia Lai, que resultó ser una de las más afectadas. Este ha sido el decimotercero tifón que ha impactado Vietnam este año y uno de los más poderosos hasta ahora.
Además, se movilizaron 268.000 soldados para llevar a cabo tareas de búsqueda y rescate, ante el riesgo de inundaciones masivas y daños a la agricultura en las Tierras Altas Centrales, una región clave para la producción de café del país.
Ciudades paralizadas y daños en zonas turísticas
A medida que Kalmaegi se acercaba, se clausuraron hoteles y viviendas costeras en Cua Dai, cerca de la histórica Hoi An, que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esto ha generado un fuerte impacto en las actividades turísticas de la región.
En la zona de Hue, los residentes lidiaban con los efectos de las inundaciones previas, que habían causado la muerte de 47 personas. Un agricultor de 42 años, Nguyen Van Rin, compartió su angustia: “Las lluvias anteriores destruyeron mi ganado y aves de corral. Kalmaegi nos inundará por cuarta vez y temo que será muy grave”, decía mientras navegaba en su barca sobre una carretera anegada.
Filipinas en emergencia humanitaria
Mientras tanto, en Filipinas, el tifón dejó una estela de destrucción impresionante. En la provincia de Cebú, la más afectada, las inundaciones comenzaron a retroceder, revelando casas destruidas, vehículos volcados y calles llenas de escombros.
Las autoridades indicaron que 127 personas seguían desaparecidas. Las operaciones de rescate y la distribución de ayuda enfrentan complicaciones debido a los daños en la infraestructura. Un funcionario de defensa civil explicó que el desafío actual es la remoción de los escombros para permitir avanzar con las labores de socorro.
Esta tragedia ocurre poco más de un mes después de un terremoto de magnitud 6,9 que también sacudió la isla, provocando varias muertes y desplazamientos masivos. Además, se informó de que otra tormenta tropical se estaba formando al este de Mindanao, lo que podría dar lugar a un nuevo tifón en poco tiempo.
En Cebú, los sobrevivientes comenzaron el tenso proceso de limpieza y reconstrucción. Muchos regresaron a lo que quedaba de sus hogares y encontraron solo ruinas. “Todo quedó destruido. Solo quedó el suelo. No tenemos pertenencias”, lamentaba Liza Becus, quien, mientras recogía trozos de metal para vender y poder alimentar a sus siete hijos, expresaba la desesperación de su situación.
“Mis hijos no tienen nada”, añadió. “Sus uniformes, mochilas y todas nuestras cosas se han perdido”. El tifón Kalmaegi ha dejado un panorama desolador tanto en Filipinas como en Vietnam, donde miles de familias siguen sin electricidad y esperan ayuda humanitaria de manera urgente.