Especulación y preocupación en el ámbito empresarial
Las inversiones multimillonarias en inteligencia artificial han suscitado una mezcla de especulación y preocupación entre las empresas. Muchas de ellas aún están tratando de leer las señales de este nuevo y emocionante mercado, mientras que los expertos no dejan de hablar sobre una posible burbuja de la IA.
Los inversores, por su parte, están ante dos posibles escenarios: o la demanda comienza a caer o el gasto masivo no rinde como se esperaba. Eso genera nerviosismo y muchas preguntas en el ambiente.
Aún no está del todo claro si lo que estamos viendo se puede catalogar efectivamente como una “burbuja”. Una encuesta reciente reveló que 54% de los inversores creen que las acciones vinculadas a la IA están en una burbuja, en contraste con el 38% que no lo ve así. Claramente, hay opiniones divididas en este tema.
Qué significa la burbuja de la IA
Cuando hablamos de una burbuja económica, nos referimos a un aumento desproporcionado en el precio de un activo, como acciones o propiedades, que no se justifica por su valor real. La situación se vuelve complicada cuando la burbuja estalla, lo que causa que los precios colapsen y lleve a enormes pérdidas para quienes invirtieron.
Esto no es algo nuevo. Así como la tulipomanía en los Países Bajos en el siglo XVII o la burbuja de las punto com, la inteligencia artificial ha generado un fervor igual de apasionado y, por lo tanto, también ha atraído inversiones enormes. Sin embargo, hay una gran variedad de opiniones sobre el futuro de esta “burbuja”.
Opiniones divididas sobre la burbuja de la IA
Recientemente, tanto el Banco de Inglaterra como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han emitido advertencias sobre la posibilidad de una burbuja de la IA. Del banco británico, llegó un mensaje claro: “El riesgo de una fuerte corrección del mercado ha aumentado.” También señalaron que cualquier startup que tenga la etiqueta de IA podría ser valorada a precios desmesurados, aunque eso quizás no sea justo para todas las empresas.
Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, adoptó un enfoque un poco más optimista. Dijo que, si bien el crecimiento en inversiones en inteligencia artificial en Estados Unidos podría llevar a un estallido similar al de las punto com, no es probable que eso cause una crisis sistémica que hunda la economía.
Incluso Jeff Bezos, el fundador de Amazon, compartió sus pensamientos en una recentísima charla. Comentó: “Cuando la gente se entusiasma tanto por la inteligencia artificial, se financian todo tipo de experimentos”. Para él, esta burbuja no es tan aterradora como una crisis bancaria. Al contrario, podría resultar beneficiosa a largo plazo cuando se identifiquen cuáles son los ganadores legítimos.
Sal Altman, el CEO de OpenAI, también se sumó a la discusión. Expresó: “¿Estamos en una etapa en la que los inversores están demasiado emocionados por la IA? Sí.” Sin embargo, mostró su preocupación por aquellas “startups tontas” que podrían sacar provecho de decisiones impulsivas de los inversores.
Así, la conversación sobre la burbuja de la inteligencia artificial sigue abierta, llena de incertidumbres, pero también de oportunidades.