¿frena la escalada o continúa la presión alcista?

La reciente victoria de La Libertad Avanza (LLA) dejó a todos un poco más tranquilos sobre el futuro electoral hasta 2027. Sin embargo, las tensiones con el dólar no se desvanecieron de inmediato. Aunque el lunes pasado hubo un respiro, desde entonces el tipo de cambio ha ido recuperando terreno. Al comienzo de noviembre, se encontraba apenas un 1% por debajo del límite superior de la banda cambiaria. Para el resto del mes, no hay un consenso claro entre los analistas; uno de los motivos es que el movimiento del tipo de cambio depende de cómo evolucione el esquema de bandas.

El economista de Open, Federico Machado, compartió sus ideas sobre la situación. Mencionó que “el sistema económico ya está muy dolarizado”, lo que lo lleva a dudar de que haya una gran demanda de dólares en noviembre. De hecho, se aventura a proyectar un tipo de cambio más bajo para el último tramo de 2025. También destacó que, aunque las liquidaciones de soja se adelantaron, este mes se espera la cosecha fina de trigo, que podría aportar un flujo adicional de dólares, al menos de forma temporal.

Machado también mencionó que un flujo de “carry trade” desde el exterior podría contribuir a la estabilidad del tipo de cambio. Según él, parte de este flujo ya lo estaríamos viendo, especialmente cuando el esquema cambiario se vuelve más creíble y el gobierno da señales de que no planea cambiar las bandas en el corto plazo.

El puente de dólares y la demanda privada

Hablando con ACM, el economista Francisco Ritorto destacó que el comportamiento del tipo de cambio hacia fin de año dependerá principalmente de la demanda privada de divisas.

Ritorto explicó que si la dolarización disminuye tras las elecciones —en los meses de abril a septiembre se compraron unos u$s17.000 millones, de los cuales el 42% correspondió a los últimos dos meses—, los factores de oferta podrían ayudar a compensar la posible baja en la liquidación del agro.

El analista de ACM también comentó que tras las elecciones legislativas, el riesgo país bajó a alrededor de 600-700 puntos. Esto ha animado a muchas empresas a buscar colocar deuda externa para aprovechar los menores costos de capital, lo que podría sumar más oferta de dólares al mercado en el corto plazo. A pesar de que todavía falta confirmar el monto y ritmo de estas compras, sería deseable que, tras el proceso electoral, se reanude un plan para recomprar divisas y así fortalecer las reservas. Sin embargo, aclaró que el gobierno seguirá demandando dólares para la recompra de reservas, lo que limita la posibilidad de apreciación del peso.

Bajo este panorama, se estima que hasta fin de año el tipo de cambio se mantendría más cerca del techo que del centro de la banda. Esto implicaría un comportamiento similar al crawling del 1% mensual, siempre y cuando el Banco Central defienda ese límite.

Dólar: la preocupación por el esquema de bandas

El economista Christian Buteler enfatizó que hay desconfianza en el esquema cambiario actual. Aunque las acciones y los bonos se dispararon, el dólar se mantuvo en el techo de la banda, lo que indica que el programa cambiario enfrenta serios problemas.

Buteler observó que la semana pasada el dólar subía en días de negociación de entre u$s300 y u$s400 millones, lo que refleja una falta de oferta. A este precio, hay sectores de la economía que no están dispuestos a vender dólares.

Desde su perspectiva, Argentina necesita considerar un cambio en este esquema, ya que requiere no solo una mayor oferta de dólares, sino también que el Banco Central o el Tesoro comience a comprar reservas. En algún momento las autoridades estadounidenses querrán salir de su posición en Argentina, por lo que debe existir un flujo de dólares que abastezca sin disparar los precios.

Según Buteler, si no se logra bajar el dólar para que el Banco Central pueda comprar reservas, hay pocas esperanzas de cumplir tanto con las metas del Fondo Monetario Internacional (FMI) como con lo que el mercado necesita. Esta meta es compleja de alcanzar, especialmente si el dólar se mantiene al 1% del techo de la banda. Explicó que si el Banco sale a comprar, el precio sube y se alcanza el límite de la banda, obligando a vender según el esquema actual.

Por eso, considera que este es el mejor momento para realizar un cambio. Hay un consenso político tras las elecciones y, cuanto más se tarde en hacerlo, peores serán las consecuencias.

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