escándalos que impactaron a la corona británica

La familia real británica ha sido durante mucho tiempo un tema que genera tanto admiración como críticas. Su historia está repleta de coronaciones deslumbrantes, bodas que capturaron la atención mundial y, por supuesto, de escándalos que han afectado su imagen. Desde los días de la reina Isabel II hasta el reinado actual de Carlos III, el glamour y la tragedia se entrelazan en cada capítulo.

A lo largo de las décadas, esta monarquía ha sobrevivido a guerras, crisis económicas y cambios sociales. Sin embargo, el costo de mantener esa imagen de perfección ha sido elevado. Estos episodios no solo reflejan las luchas personales de sus miembros, sino que también ponen de manifiesto la tensión entre su vida pública y su vida privada, algo que se siente a través de generaciones.

En el siglo XXI, queda claro que la vida en los castillos no garantiza que los secretos permanezcan ocultos. Los medios de comunicación, las redes sociales y el juicio popular hacen que sea complicado encubrir los deslices de la familia Windsor.

El príncipe Andrés pierde sus títulos por su vínculo con Jeffrey Epstein

El príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III, se ha visto envuelto en un escándalo de grandes proporciones que ensombreció a la corona. Su relación con Jeffrey Epstein, un empresario condenado por tráfico sexual de menores, dañó irreparablemente su reputación. Tras la muerte de Epstein en prisión en 2019, la atención fue directamente hacia Andrés, quien negó haber cometido delitos, aunque su defensa fue algo torpe y poco comprensiva.

Una famosa entrevista con la BBC ese mismo año no ayudó en nada a su causa. Allí intentó justificar su relación con Epstein y, en un giro que sorprendió a todos, minimizó el sufrimiento de las víctimas. En 2022, se enfrentó a una demanda civil por agresión sexual de Virginia Giuffre, quien aseguraba haber sido explotada por Epstein de joven. El caso se resolvió con un pago millonario —sin admisión de culpa—, pero el daño a su figura ya estaba hecho.

En 2025, Carlos III tomó una decisión sin precedentes: le retiró sus títulos reales y lo obligó a abandonar su hogar en Windsor. Desde entonces, el exduque vive apartado de la vida pública bajo el nombre de Andrew Mountbatten Windsor. Este desenlace simboliza la caída de un miembro real marcado por el exceso y la imprudencia.

Los escándalos que sacudieron a la corona británica en las últimas décadas

El “annus horribilis” de la reina Isabel II (1992)

Ese año fue todo un desafío para la monarca. Tres de sus hijos —Carlos, Ana y Andrés— se vieron envueltos en divorcios casi al mismo tiempo, y un incendio arrasó parte del Castillo de Windsor, un ícono de la monarquía. Además, se hicieron públicas grabaciones íntimas y el libro “Diana: Her True Story”, que reveló las grietas en la familia Windsor y los problemas del matrimonio entre Carlos y Diana.

El affair de Carlos con Camilla y el divorcio de Diana

La historia de amor entre Carlos y Diana comenzó como un cuento de hadas, pero pronto se tornó en tragedia mediática. La infidelidad del príncipe con Camilla Parker Bowles quedó al descubierto en 1993, dando lugar al famoso escándalo “Tampongate”. Diana, en respuesta, brindó una entrevista que marcó un hito, donde confesó su bulimia y su infelicidad en el palacio. El divorcio, que se concretó en 1996, definió un antes y un después en la relación del pueblo con la realeza.

La trágica muerte de la princesa Diana (1997)

El accidente en París que acabó con la vida de Diana dejó al mundo en shock. La respuesta fría y tardía del Palacio de Buckingham generó aún más indignación. Aunque se descartaron teorías de conspiración, la herida que dejó su fallecimiento redefinió la imagen pública de la monarquía.

El escándalo “toe-sucking” de Sarah Ferguson

En 1992, Sarah Ferguson, la exesposa del príncipe Andrés, fue fotografiada mientras un empresario estadounidense le besaba los pies. Las imágenes llegaron a todos los rincones del planeta, arruinando cualquier intento de reconciliación con la familia real. Este episodio la siguió por años.

El disfraz nazi del príncipe Harry (2005)

Con apenas 21 años, Harry decidió presentarse a una fiesta vestido de nazi. Las fotos que aparecieron en la prensa generaron un escándalo global y obligaron al príncipe a disculparse. Esta fue una de las primeras señales del choque entre las nuevas generaciones de Windsor y las antiguas tradiciones.

Megxit: la salida de Harry y Meghan (2020)

La decisión de Harry y Meghan Markle de abandonar sus funciones reales sacudió a la monarquía desde sus cimientos. Ambos denunciaron acoso mediático y discriminación hacia Meghan, lo que desembocó en un conflicto abierto con la familia. La célebre entrevista con Oprah Winfrey y el libro “Spare” expusieron tensiones que, a día de hoy, aún siguen latentes.

Rumores de infidelidad del príncipe William (2019)

A pesar de que el Palacio desmintió cualquier rumor, los medios británicos comenzaron a especular sobre una supuesta aventura entre William y Rose Hanbury, una aristócrata cercana a la familia. Este tipo de historias generaron comparaciones incómodas con los dramas vividos por sus padres y llamaron la atención de los tabloides.

La “desaparición” de Kate Middleton (2024)

La prolongada ausencia de Kate, tras una cirugía abdominal, desató todo tipo de teorías y rumores mediáticos. Una foto manipulada que la familia compartió no ayudó en nada. Meses después, Kate reveló que padece cáncer, un anuncio que logró que el público recuperara cierta empatía, pero que también puso de relieve la presión constante sobre los Windsor.

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