Alemão y Penha: las favelas de Río de Janeiro y sus conflictos
Un enfrentamiento brutal entre las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro y integrantes del Comando Vermelho dejó al menos 130 muertos y más de 80 detenidos en los complejos de Alemão y Penha, ubicados en la Zona Norte de la ciudad. Este operativo, que involucró a 2.500 agentes, fue uno de los más grandes de los últimos años en la lucha contra el narcotráfico en Brasil.
La operación se enmarca dentro de lo que llaman la Operación Contención, un esfuerzo constante por detener la expansión de organizaciones criminales en los barrios más vulnerables. Helicópteros, vehículos blindados y agentes de diversas fuerzas de seguridad participaron en este despliegue, que se prolongó durante varias horas y todavía tiene un saldo de víctimas en revisión.
El gobernador Cláudio Castro aseguró que este fue “el mayor operativo realizado contra el Comando Vermelho” y defendió la intervención policial, argumentando que el objetivo era “recuperar territorios tomados por el crimen”.
Cómo son las favelas de Alemão y Penha
Los complejos de Alemão y Penha son dos de los lugares más densamente poblados y peligrosos de Río. En sus callejones empinados viven decenas de miles de personas, muchas de las cuales están bajo el control del Comando Vermelho, una de las facciones criminales más poderosas del país.
La zona ha sido considerada durante décadas como uno de los sectores más violentos e inseguros de la ciudad. En los años 2000, llegó a concentrar cerca del 40% de los homicidios de Río, lo que le otorgó el apodo de “la Franja de Gaza carioca”, en referencia al histórico conflicto entre Israel y Palestina.
La historia del crimen organizado aquí comienza en los años 80, cuando la cocaína empezó a circular junto al tráfico de armas de guerra. Desde entonces, los enfrentamientos entre bandas rivales y con la policía se convirtieron en parte del día a día de los habitantes.
Uno de los episodios más violentos ocurrió en 1994, cuando Orlando da Conceição, alias “Orlando Jogador”, fue asesinado junto a diez miembros de su organización por una banda rival. Este suceso provocó una fractura en el Comando Vermelho, dando lugar a una guerra interna entre narcotraficantes, que, según diversas estimaciones, ha dejado más de 30.000 muertes en las últimas décadas.
Alemão, con más de 70.000 habitantes, es un símbolo de resistencia y desigualdad, un lugar donde coexisten el trabajo comunitario y la constante presencia de grupos armados. Penha, situada a pocos kilómetros, es considerada estratégica por sus conexiones con rutas clave hacia el norte de la ciudad y su cercanía a otras favelas controladas por el narcotráfico.
Una violencia que no se detiene
Las autoridades no descartan que el número de víctimas continúe aumentando con el paso de las horas. Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos han denunciado el uso excesivo de la fuerza y reclaman una política de seguridad más preventiva y menos letal en las comunidades.
Lo ocurrido en Alemão y Penha vuelve a poner sobre la mesa la compleja realidad de las favelas de Río, donde la pobreza, el abandono estatal y la violencia se entrelazan con la vida cotidiana de miles de familias que apenas buscan sobrevivir entre el fuego cruzado.