Putin presenta nuevo misil ruso de propulsión nuclear

El presidente Vladimir Putin anunció que Rusia logró con éxito la prueba de un misil de crucero de propulsión nuclear, una tecnología que, según él, no tiene parangón en el mundo. Esta afirmación, realizada durante una visita a un centro de mando militar, ha sido interpretada como una nueva demostración de poder frente a Occidente.

De acuerdo con el Kremlin, el misil, conocido como Burevestnik (o SSC-X-9 Skyfall según la clasificación de la OTAN), voló durante 15 horas y recorrió 14.000 kilómetros, gracias a su energía nuclear. Lo más inquietante de este sistema es su capacidad para permanecer en el aire indefinidamente y para evadir radares de defensa, lo que preocupa a analistas internacionales por sus implicaciones en la estabilidad global.

Durante el anuncio, Putin, luciendo uniforme militar, expresó que este misil es “un producto único” y ordenó a sus fuerzas que comiencen la integración de esta arma al arsenal nacional. Además, destacó que Rusia ha “confirmado una vez más la fiabilidad de su escudo nuclear” tras realizar pruebas de otros misiles, como el Yars, el Sineva y el Kh-102.

Una señal de poder y tensión hacia Occidente

Este anuncio se da en un contexto de creciente tensión, justo semanas después de que Estados Unidos levantara las restricciones para que Ucrania utilizara armamento occidental de largo alcance contra objetivos rusos. Esta situación ya era tensa y muchos expertos ven la acción de Rusia como una respuesta política y simbólica hacia la administración de Donald Trump y la OTAN.

El Burevestnik no es un proyecto nuevo, ya que su desarrollo comenzó a principios de los 2000, tras la salida de Estados Unidos del Tratado de Misiles Antibalísticos de 1972. Sin embargo, su supuesto avance ahora marca un cambio significativo. Jeffrey Lewis, experto en no proliferación nuclear, lo describió como “un pequeño Chernóbil volador” por los riesgos ambientales que conlleva el transporte de un reactor nuclear en un proyectil. “Es una tecnología de ciencia ficción que podría desestabilizar cualquier intento de control de armas”, advirtió.

Una maniobra estratégica

Varios analistas coinciden en que este anuncio también busca presionar en las negociaciones del tratado New START, el último acuerdo entre Moscú y Washington que limita el número de armas nucleares estratégicas desplegadas. Este pacto está por vencer en febrero, y Putin ya propuso extenderlo por un año, siempre y cuando Estados Unidos haga lo mismo.

Mientras tanto, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, dejó en claro que cualquier ataque de largo alcance contra territorio ruso recibiría una respuesta “asombrosa”. Detrás de esta retórica, Moscú intenta demostrar que su capacidad militar se mantiene intacta, a pesar de las dificultades económicas provocadas por la guerra.

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